Abal Medina: «Hay un peronismo que se acomodó como oposición amigable al macrismo»

Juan Manuel Abal Medina (JMAB) entra al Bar Británico frente al Parque Lezama, saluda con un beso a uno de los mozos, se sienta en una mesa junto al ventanal. En esos jóvenes primeros años de su vuelta del exilio familiar en México, esta esquina fue refugio de noches y mañanas. Narra la saga de mudanzas en la frontera entre San Telmo, Barracas y La Boca, tan distinta a la de hoy: “Al principio vivíamos sobre avenida Caseros. Si dejabas el auto ahí, a la mañana siguiente no tenía las cuatro ruedas”.

Toda una vida después, encabeza la lista Justa, Libre y Soberana, expresión del Movimiento Evita para las elecciones legislativas porteñas, acompañado por la actriz Carolina Papaleo. “La Ciudad tiene que conocer a sus candidatos, saber cómo viven. La mejor manera de combatir la corrupción es saber a quién estás votando”, comenta el exjefe de Gabinete de Cristina Fernández. Y la conversación se orienta sola a una de las grandes incógnitas del calendario electoral.

–¿Por qué hay tres listas que se reivindican peronistas para la elección de la Ciudad?

–En primer lugar, por la crisis del peronismo en la actualidad. También hubo tres listas del peronismo en la elección de Santa Fe hace pocos días. Y la que apoyamos nosotros, que llevó primero a Juan Monteverde y la gente de Ciudad Futura, terminó quedando en segundo lugar, demostrando que hay una necesidad de renovar el peronismo. Nosotros pensamos lo mismo en esta ciudad y siempre pensamos en tener una sola lista. Pedimos internas y no nos dieron, así como un espacio de discusión, pero nunca se me convocó a discutir. Así como está agotado el modelo de gestión del PRO de los últimos 20 años en la Ciudad, también está agotado el modelo de peronismo opositor acá. Hay un peronismo que se fue acomodando a ser una oposición amigable al macrismo. Parte de ese esquema termina siempre en llevar candidatos lo más desdibujados posibles que disuelvan la identidad peronista y la hagan inidentificable para los ciudadanos.

–¿Te parece que en la Ciudad, tan abiertamente antiperonista, queda lugar para esencialismos? La consigna de tu fuerza es «Peronismo en serio».

–No es esencialista, no me parece. La lista de Santa Fe la encabezó un compañero de izquierda junto al Movimiento Evita, el peronismo, los sindicatos. Y estuvieron a un punto de ganar la ciudad de Rosario, que no sé si es menos antiperonista que la de Buenos Aires. No quisieron mimetizarse, esconderse, lavarse: dijeron somos esto. ¿Acá por qué queremos un perfil progresista? Así no se ganan elecciones.

–Para Santa Fe reivindicás la unión de los diferentes, pero acá le criticás eso a la lista de Santoro.

–No nos parece que Santoro sea un mal candidato. No estamos en contra de Leandro, yo tengo una muy buena relación con él. Pero abajo de él, ¿qué otros peronistas conocidos hay en la lista? Te va a costar identificarlos, los están escondiendo. El único es Pitu Salvatierra, un militante social al que se lo conoce por los medios. Cada vez nos lavamos más y cada vez tenemos menos votos. Santoro, quede primero o no, él ya es igual legislador. Pero seguramente va a sacar menos votos que los que sacó el PJ en los últimos años. Y si quieren presentar esto como un triunfo, qué sé yo, me suena a victoria pírrica, a anabólico, porque para ganar la Ciudad hay que tener una mayoría y enfrente van a estar juntos.

–Hay una interna en la derecha también…

–Es entre La Libertad Avanza y el PRO, no hay que engañarse. La discusión relevante es quién maneja el proyecto de la ultraderecha que está gobernando la Argentina. Si Milei va a seguir cambiando el país solo o Macri se le puede sentar en la mesita para pedir las cosas que finalmente siempre pide Macri: Hidrovía, negocios, etcétera. Es algo parecido a la elección en provincia de Buenos Aires de 2005, entre Chiche Duhalde y Cristina. Si el PRO pierde esta elección, desaparece.

–¿Cómo se le explica a un votante menos informado que tiene sentido nacionalizar los temas de esta campaña para elegir legisladores?

–Hablando mal y pronto, ese fue el gran error en el acuerdo de Jorge Macri con Juan Manuel Olmos y Mariano Recalde. Cambiaron la elección para separarla de la nacional y así discutir lo local, pero no se dieron cuenta de que al adelantarla iba a ser inevitable que se discutiera la agenda nacional. Todos los problemas que tiene Buenos Aires los agrava la gestión de Jorge Macri, pero los provoca Milei. Cuando algún cráneo descubre que hay olor a pis en algunos barrios, seguramente tenga que ver con que se limpia menos, pero sobre todo con la realidad de miles de argentinos que están condenados a vivir en la calle. Y eso no lo dice nadie. He estado recorriendo la zona del lago de Soldati, más conocido como Los Piletones, donde hay desagües cloacales. Ahí nunca dejó de haber olor a pis. Ahí tiene que estar el peronismo, esa es nuestra tarea.

–Pero también tenés que conseguir los votos de muchos otros barrios que prefieren no acordarse de que existe Los Piletones.

–Bueno, pero fijate el Barrio Padre Mugica, pésimamente urbanizado. Para quienes no viven en ese barrio, deberían saber que si sigue así, la policía no va a poder entrar y le vamos a entregar la zona al narcotráfico. Me dicen lo mismo cuando recorro algunos de los barrios más acomodados y en cada uno de los barrios populares: la principal preocupación es la inseguridad.

En ese sentido, Abal Medina asegura que el primer proyecto que presentará en caso de ingresar a la Legislatura es el de urbanización integral de los barrios populares de CABA. Sobre la gestión Larreta, destaca algunos avances en barrios como el Rodrigo Bueno, “pero porque al lado hay un negociado gigante en lo que era la Ciudad Deportiva de Boca. Los vecinos del playón de Chacarita o la Villa 20 tienen el mismo derecho que esos porteños”.

Otro superclásico de la época es saber dónde está parado el peronismo ante el arrollador tiempo de Donald Trump, Elon Musk, Mark Zuckerberg, y su representación local en la Casa Rosada. “El poder de Milei es producto del fracaso de Macri y el pésimo gobierno de Alberto, pero en buena medida reside en que habla el idioma del poder actual en el planeta. Los que luchamos contra el poder sabemos que siempre vamos a jugar con la cancha inclinada”.

–¿El peronismo tiene un proyecto propio ante un poder que ya es supraestatal?

–Perfectamente. Un ejemplo: aparte de la ley de urbanización, lo que queremos es una ley para darle derechos a los trabajadores de las aplicaciones. Hay una enorme cantidad de porteños y porteñas que viven de Rappi, de Uber. Todas esas apps tienen su sede en la Ciudad de Buenos Aires, entonces vos desde ahí podés condicionarlos para que empiecen a reconocer a estos nuevos sujetos. ¿Hoy es complejo hacer algo así? Sí. Pero el estado de California lo está haciendo. X en Brasil se peleó con el gobierno y tuvo que ir para atrás. No es que no se puede, también es que no se quiere.

TIEMPO.-

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