El cerebro crea recuerdos falsos en un abrir y cerrar de ojos

La mente humana es un laberinto para los neurocientíficos que intentan comprender cómo es que se generan las estructuras mentales, pero parece que la información que está almacenada en la memoria no es del todo fidedigna y por el contrario, crear recuerdos falsos es tan fácil que puede hacerse en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando la neurología comenzó a adentrarse en terrenos de la psicología más allá de lo meramente fisiológico, con pensadores como Sigmund Feud y Jean Martin Charcot, se creía que los recuerdos enterrados en el inconsciente eran representaciones fidedignas del pasado. Esto trajo consigo implicaciones epistemológicas en el estudio de la mente y el desarrollo de teorías sobre cómo el sujeto conoce la realidad y la aprehende para construir su propia estructura.

Durante mucho tiempo, la mayoría de las corrientes terapéuticas se basaron en la realidad del pasado para subsanar los impactos en la psique. Pero con el avance de la investigación, ahora se sugiere que no es precisamente la aprehensión de la realidad la que impacta en la estructura mental, sino más bien la interpretación que el sujeto da a los hechos. Esto implica que los recuerdos no son siempre una representación fiel del pasado, sino que la mente es capaz de rellenar los vacíos y generar falsos recuerdos.

Creando falsos recuerdos

Un estudio de la Universidad de Ámsterdam tomó como referencia cuatro experimentos realizados a 534 personas a quienes se les mostraron letras el alfabeto occidental tanto en orientaciones reales como reflejadas en modo espejo.

Se pidió a los participantes que recordaran una letra objetivo mostrada en una primera diapositiva, luego de esto se les mostró una segunda diapositiva de interferencia con letras aleatorias diseñadas para codificar la memoria original de los participantes. Medio segundo después de ver la primera diapositiva, casi el 20% de participantes ya habían formado un recuerdo ilusorio de la letra objetivo. El porcentaje de error aumentó al 30% después de 3 segundos.

Los resultados sugieren que el cerebro humano altera los recuerdos acorde con lo que espera ver. Es decir, debido a que los participantes estaban tan familiarizados con el alfabeto occidental, sus cerebros esperaban ver las letras en su orientación real. No obstante, cuando las letras aparecían reflejadas (Ɔ en lugar de C), se elevó la probabilidad de que las personas recordaran la pseudoletra como una letra real, incluso después de transcurridos milisegundos de la observación.

recuerdos falsos
Crédito: Otten,M.

“Parece que la memoria a corto plazo no siempre es una representación precisa de lo que se acaba de percibir”, explican los autores. “En cambio, la memoria está formada por lo que esperábamos ver, desde la formación del primer rastro de memoria”.

Las conjeturas incorrectas de los participantes, o dicho de otro modo, que intentaran adivinar la letra objetivo correcta, puede aparecer en el mapa y nublar la comprobación de creación de recuerdos falsos. Sin embargo, este factor quedó despejado cuando los investigadores preguntaron a los participantes qué tan seguros estaban de sus recuerdos en una puntuación del uno al cuatro.

“Los participantes informan constantemente, con gran confianza, que han visto la contrapartida real de un objetivo de pseudo-letra”, dicen los investigadores. Pero además encontraron un hecho sorprendente; descubrieron que las personas eran más propensas a cambiar una pseudo-letra por una letra real que al revés, lo que sugiere que las ilusiones de la memoria están mediadas por el conocimiento previo almacenado en el cerebro.

¿Y qué hay de los recuerdos falsos a largo plazo?

La investigación muestra evidencia de creación de falsos recuerdos en un periodo sumamente corto y sin implicaciones profundas para la estructura mental, pero existen otras investigaciones dirigidas por la psicóloga Elizabeth Loftus en donde se habla de los recuerdos falsos a largo plazo.

Por ejemplo, comprobó que es posible persuadir a adultos para que recuerden un recuerdo vívido pero falso, de perderse en un centro comercial y llorar cuando eran niños. Loftus cree que este tipo de recuerdos falsos a largo plazo están impulsados por la teoría del rastro difuso, que se basa en que la memoria se estructura tanto de la parte fidedigna de la realidad y la interpretación que el sujeto le da al evento a partir del análisis semántico.

Referencias: Otten, M. et al. Seeing Ɔ, remembering C: Illusions in short-term memory. ONE PLUS, 2023, DOI. / ECOOSFERA.

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