¿El futuro de la medicina es la impresión 3D de órganos?

Tal vez parezca ciencia ficción, pero la medicina ya está acercando sus pasos

Hay laboratorios enteros que se encuentran trabajando en la posibilidad de crear a través de impresores 3D, órganos artificiales que pudieran sustituir otros naturales, pero dañados.

Con esté paso la medicina quiere agregar nuevos pasos para moldear diferentes tejidos y estructuras orgánicas, lo que permitirá restituir órganos que muchas veces no logra extraerse.

En biología, la forma es tan importante como la función. Y no es fácil moldear formas de material biológico. Una nueva herramienta ayuda a los científicos: la impresora en 3D. Mezclando un sustrato con un cultivo de células, la bioimpresión permite moldear diferentes tejidos y estructuras orgánicas.

Cartílago y huesos impresos en 3D

Los órganos artificiales a través de las impresoras 3D no sólo pudieran ser una solución para el futuro de las enfermedades, sino una herramienta para viajar al espacio o latitudes complejas del propio planeta tierra.

Si bien los científicos son bastante optimistas con este tipo de trasplantes, se espera que para poder ejecutar una operación de este tipo, trasplante de órgano artificial impreso, sin mayores complicaciones, habrá que esperar entre 30 y 50 años. De momento, ya se cuentan con prótesis de huesos, cartílagos, tejido muscular y ovarios artificiales en el mundo.

Vasos sanguíneos impresos

El investigador Anthony Attala, de Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa de Carolina del Norte, publicó en Nature en 2017 un nuevo sistema para mantener vivos los tejidos creados en el laboratorio y facilitar la vascularización una vez se utilizaran como bioincubadoras. Attala utilizó una técnica de microimpresión que le permitió crear una especie de microcanales con los que pudo inducir la creación de vasos sanguíneos necesarios para hacer llegar los nutrientes y el oxígeno que necesitan las células para desarrollarse.

A partir de células humanas cultivadas en el laboratorio, construyó también una oreja que modeló con bioimpresión e implantó en un ratón consiguiendo la formación de vasos sanguíneos e incluso de un incipiente tejido nervioso.

Cartílago y huesos impresos en 3D

Mercedes Balcells, del Instituto Químico de Sarrià y del MIT, utiliza la bioimpresora para crear pabellones auditivos con cartílago cultivado en el laboratorio. Ha creado orejas de conejos y ya está trabajando en moldear orejas con cartílago cultivado en el laboratorio a partir de material celular humano.

La investigadora Nieves Cubo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se vale de la impresión en 3D para depositar células cultivadas sobre cuadrículas de polímero. Las células absorben el polímero y generan hueso o cartílago en la forma deseada para crear prótesis personalizadas a partir de tejido formado con material genético del propio paciente.

Así, en un futuro no muy lejano, la impresión en 3D permitirá crear prótesis óseas a partir de tejido formado con material genético del propio paciente, abriendo un nuevo camino de posibilidades en la medicina.

Fuente: ECOOSFERA

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