Por el «coqueteo» con Milei, la CGT quedó afuera de las listas
Acusan a la cúpula por no apoyar a Cristina y hacer un acuerdo tardío con Axel. Piden un solo conductor y cambiar el estatuto para que dejen de imponerse los gordos.
El cierre de listas terminó por detonar la precaria convivencia dentro de la CGT y recrudeció las acusaciones de los gremios que ya se habían desmarcado de la mesa de conducción de la central obrera.
Por eso, frente al proceso de renovación de autoridades que se acerca, crece la presión por un fuerte cambio de perfil de la cúpula que implique el fin del triunvirato.
Los pases de factura pululan en los chats gremiales que estallaron tras confirmarse la casi nula representación en las boletas del peronismo.
De arrastre estaban las acusaciones por esquivar el apoyo a Cristina Kirchner tras su detención y un respaldo tardío a Axel Kicillof de cara al cierre de listas.
«Tenemos que hacernos cargo de la responsabilidad de que nos caguen», dijo a FM La Patriada el titular del gremio de Seguros, Jorge Sola, que pidió «transformar la CGT no en factor de presión sino en un factor de poder y en eso nos tenemos que hacer cargo de la parte que nos corresponde».
En los gremios más cercanos al kirchnerismo el malestar con la cúpula cegetista se expresó en gestos como la ausencia de Abel Furlán (UOM) a la reunión de este lunes donde, además de confirmarse la marcha de San Cayetano, se hizo catarsis por la ausencia sindical en las listas.
También empiezan a surgir fuertes críticas a cielo abierto: «En ningún momento militaron ni pertenecieron a un proyecto. Cuando proscribieron a Cristina miraron para otro lado, entonces tienen lo que se merecen», dijo a LPO el titular del gremio Secasfpi (Anses), Carlos Ortega.
«Discutir el poder por el poder mismo sin pertenecer a un proyecto determinado es una equivocación por parte de determinados dirigentes que creyeron que, porque se juntaron dos días antes con Kicillof, tienen derecho a tener lugares», agregó.