La CGT evalúa pero «sin apuro» el adelantamiento de la renovación de autoridades, con un ojo puesto en los procesos electorales
La CGT tiene prevista su renovación de autoridades para noviembre y ya empezaron los rumores de un posible de cambio en el calendario debido al desgaste de esta gestión. Una fuente interna cercana a la «mesa chica» confirmó a este medio que efectivamente la central evalúa el adelantamiento pero, a su vez, aseguró que «no hay apuro en estos momentos» porque la mira está puesta, primero, en las elecciones legislativas bonaerenses de septiembre, donde Axel Kicillof, el respaldado, defenderá su decisión de desdoblar. El resultado marcará la cancha del peronismo de cara a octubre y de lo que vendrá.
Las discusiones en torno a la renovación de autoridades de la CGT empiezan a entrar en calor. El Congreso destinado a tal fin debería ser en noviembre y, aunque algunos tantean la posibilidad de adelantar las elecciones, no hay por el momento una construcción de consenso que permita tomar ese camino. Sin embargo, la opción resuena desde hace días de la mano de quienes ven la necesidad de «canalizar el desgaste y la bronca» de muchos afiliados, y sigue en la mesa.
Este lunes, una fuente interna de la central obrera, consultada por InfoGremiales, le bajó el tono a los rumores que esta semana resurgieron y aseguró que si bien hay conversaciones abiertas, tampoco hay apuro en modificar el cronograma: «Se va a esperar un poco; primero, a las elecciones de septiembre. No hay apuro en estos momentos», afirmó.
La CGT se reunió a principios de este mes con el gobernador bonaerense Axel Kicillof para expresarle su respaldo político de cara a las próximas elecciones provinciales del 7 de septiembre. La lista de Fuerza Patria ya se dio a conocer y por el sindicalismo entró Cristian Vander del Sindicato de Telecomunicaciones Soeesit, edil de mandato cumplido de La Plata que trabajó en proyectos con la CGT Regional y con el ministro de Trabajo bonaerense Walter Correa.
Además, afirmó que, aunque existe la intención de formar una lista consensuada, su tendencia (de peso pesado en la «mesa chica») no descarta que se mantenga el formato de triunvirato por las dificultades para unificar a los distintos sectores bajo un único nombre. “Es medio difícil lograr que se sintetice en un solo dirigente”, consideró.
Todo está por definirse, desde el armado de las listas y los lugares que logren negociar los dirigentes sindicales, hasta el resultado del voto a voto de las elecciones intermedias. Lo único claro es que, más allá de la política partidaria y los poderes del Estado argentino, la CGT enfrenta un momento de transición.
Finalmente, las elecciones legislativas nacionales de octubre serán un factor clave para definir la estrategia sindical, ya que la correlación de fuerzas que surja de todo el proceso electoral va a influir directamente en las decisiones sobre el liderazgo y el rol político que la central pretende asumir en el nuevo escenario.
Por lo pronto, la próxima movilización del 7 de agosto, articulada con movimientos sociales y otras centrales sindicales, ya delinea uno de los tonos del nuevo capítulo en la estrategia gremial.
INFOGREMIALES.-