El Gobierno flexibiliza con China y busca no romper con el bloque norteamericano

Tras firmar un memorando para retomar las represas en Santa Cruz y con una delegación en Washington, el Gobierno habilitó la entrada sin visa para turistas y empresarios chinos con visa previa de EE.UU. o la Unión Europea. La medida busca fortalecer el vínculo con Beijing sin romper la sintonía con Trump.

El Gobierno argentino formalizó este lunes una flexibilización histórica para el ingreso de ciudadanos chinos al país: podrán entrar sin necesidad de tramitar una visa argentina, siempre y cuando cuenten en su pasaporte con visas vigentes para Estados Unidos o la Unión Europea. La medida fue oficializada a través de la Resolución 316/2025, firmada por el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, y publicada en el Boletín Oficial.

Aunque no es una apertura completa, como la que otorgó China a ciudadanos de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay por un año desde junio de 2025, representa un gesto diplomático fuerte del presidente Javier Milei hacia el régimen de Xi Jinping, con quien mantiene una relación mucho más pragmática que la que había prometido durante su campaña.

Además de los ciudadanos chinos, la resolución también alcanza a personas de República Dominicana, que podrán acceder al país sin visa argentina con los mismos requisitos, siempre que vengan por turismo o negocios.

El secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, fue uno de los primeros en celebrar la medida y la anunció a través de su cuenta en X: «Un paso más hacia la simplificación, la libertad de circulación y el turismo inteligente. Gracias al liderazgo del Presidente @JMilei y su equipo de Gobierno, la Argentina avanza hacia una política migratoria más ágil, moderna y alineada con el mundo.»

Pero el anuncio no pasó desapercibido. Florencia Carignano, actual Diputada Nacional por Santa Fe y exdirectora de Migraciones durante el gobierno de Alberto Fernández, salió al cruce y le respondió con dureza, también por X: “Ay Daniel Daniel, qué mal que te sienta la traición. Quiero contarte que esto ya existe, y ni siquiera lo hizo mi gestión, sino la de Macri. Se llama Autorización de viaje electrónico». 

Y concluyó: «Anunciando cosas que ya existen hace años… qué papelón. Hay momentos en que hay que saber retirarse con dignidad, Daniel. Basta de pasar vergüenza.»

Esta concesión no es casual. Llega pocos días después de que el Ejecutivo firmara un memorándum para reactivar las represas hidroeléctricas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner en Santa Cruz, obras financiadas por capitales chinos y detenidas desde noviembre de 2023. El documento se rubricó el viernes en las oficinas de Enarsa, con la participación del presidente de la empresa estatal, Tristán Socas, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el gobernador santacruceño Claudio Vidal, el dirigente con mayor cercanía a Beijing en la actualidad.

En el nuevo entendimiento también participó la UTE (Unión Transitoria de Empresas) responsable del proyecto original, conformada por la china Gezhouba (54%), la cordobesa Eling Energía (ex Electroingeniería, con 36%) y la mendocina Hidrocuyo (10%). El convenio inicial, impulsado durante el gobierno de Cristina Kirchner, y renegociado por Mauricio Macri y por el embajador Sabino Vaca Narvaja durante la gestión del Frente de Todos, había sido dejado en pausa ante conflictos financieros y ambientales no resueltos.

Sin embargo, la letra chica muestra que el acuerdo actual no incluyó la firma de la adenda 12, considerada clave para destrabar las obras, lo que indica que todavía hay varios obstáculos en el camino. Según el portal especializado Ecojournal, de los U$S 4.750 millones previstos en el contrato con bancos chinos, sólo se desembolsaron U$S 1.850 millones, y el avance de las represas es dispar: 46% en Cepernic y apenas 19% en Néstor Kirchner.

El conflicto principal es económico: la UTE reclama unos U$S 400 millones por pagos no realizados, que se frenaron en noviembre del año pasado cuando la gestión de Alberto Fernández dejó de abonar certificados de obra. Desde entonces, los trabajos están detenidos.

En paralelo, la Casa Rosada intenta mantener el equilibrio entre China y Estados Unidos. Una delegación encabezada por el canciller Gerardo Werthein y funcionarios de Economía e Infraestructura sigue en Washington, a la espera de que Donald Trump anuncie un acuerdo comercial con Argentina que fije nuevas pautas arancelarias en medio de las tensiones de la guerra económica global. El anuncio se esperaba para la semana pasada, pero no ocurrió. Tampoco hubo aún una reunión bilateral entre Milei y Trump, algo que el libertario espera concretar ���en cualquier momento”.

A pesar de los pedidos explícitos de Washington para que Argentina tome distancia del gigante asiático, el vínculo con Beijing sigue firme, aunque sin avanzar en áreas más sensibles como telecomunicaciones o defensa. En los últimos meses, Milei se reunió con Xi en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, y renovó tramos del swap de monedas, un sostén clave para las reservas del Banco Central, hoy por un total de U$S 19.000 millones.

En los pasillos oficiales reconocen la tensión que genera este juego a dos puntas. “Estamos bien, pero no tan bien como queremos”, deslizó una fuente china al diario Clarín sobre el estado actual del vínculo bilateral. En la vereda norteamericana, el respaldo de Trump al préstamo del FMI por U$S 20.000 millones no vino sin condiciones, y una de ellas fue limitar los acercamientos con el régimen chino.

Pero Milei, más pragmático de lo que muchos esperaban, parece decidido a sostener su apuesta por una política exterior sin etiquetas ideológicas, aunque con límites definidos. Por ahora, los guiños a China se traducen en medidas concretas, mientras el romance con Trump sigue esperando una foto que lo oficialice.

DATACLAVE.-

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