Cuáles son los signos más comunes de un metabolismo lento y qué lo provoca

Factores como la edad, las hormonas o el estrés pueden estar afectando los procesos químicos responsables de transformar los alimentos en energía


La percepción de que el cuerpo ya no responde del mismo modo al esfuerzo por mantener el peso o la energía diaria puede tener una base fisiológica concreta: un metabolismo que se ha ralentizado. Este conjunto de procesos químicos, responsables de transformar los alimentos en energía, mantener la temperatura corporal, reparar tejidos, y posibilitar funciones vitales como la digestión y la circulación, puede funcionar a menor velocidad por múltiples razones. Los síntomas de este enlentecimiento metabólico, aunque a veces sutiles, tienden a manifestarse de manera persistente, e incluyen fatiga, piel seca, aumento de peso, intolerancia al frío, problemas digestivos, antojos y cambios de humor.

El metabolismo es el proceso de conversión de alimentos en energía por parte del cuerpo, y es esencial para “la digestión, la respiración, la circulación sanguínea y la regulación de la temperatura”, según indica la Mayo Clinic. Esta actividad metabólica incluye todas las reacciones químicas que sostienen la vida en un organismo. Cuando se menciona que una persona tiene un “metabolismolento”, la expresión remite a una menor tasa de quema de calorías en reposo o durante actividades cotidianas, lo que puede traducirse en menos energía disponible y mayor acumulación de grasa.

Llas personas con un metabolismo rápido queman más aceleradamente las calorías que consumen y la grasa que tienen acumulada; y viceversa, por lo que una desaceleración metabólica reduce notablemente la eficiencia con que el cuerpo convierte la ingesta calórica en energía útil.


Signos que pueden alertar sobre un metabolismo lento


Los indicios de una actividad metabólica reducida son diversos y abarcan dimensiones físicas, digestivas y emocionales. Uno de los más comunes es la fatiga constante. “Si te sentís cansado todo el tiempo sin una explicación clara, podría ser una señal de que tu metabolismo se está desacelerando”, explican expertos consultados pro el portal especializado Health. Esta falta de energía se relaciona con un proceso más lento de descomposición de los alimentos en energía útil para el cuerpo.

Otro síntoma recurrente es el aumento de peso no justificado, incluso en contextos de dieta saludable y ejercicio regular. “Si estás intentando perder peso consumiendo una dieta nutritiva y haciendo ejercicio regularmente, pero aun así estás aumentando de peso, el problema podría ser un metabolismo lento”, sostienen desde Health.

La sensación anómala de frío también puede estar relacionada con un metabolismo ralentizado, ya que el calor corporal proviene de la actividad metabólica. “El calor corporal se genera a través de procesos metabólicos, y tener una temperatura corporal más fría está relacionado con un metabolismo máslento”, señala La Gaceta, que añade que este patrón es frecuente en casos de hipotiroidismo.



Otros signos visibles pueden incluir la piel seca o apagada, que, según Telegrafi, se explica porque “las hormonas tiroideas, que ayudan a regular la velocidad del metabolismo, también participan en el mantenimiento de los niveles de hidratación de la piel”.

Los antojos persistentes, sobre todo de alimentos ricos en azúcar o grasa, pueden reflejar una falta de conversión eficiente de nutrientes en energía. Los estudios han demostrado que los antojos de comida están relacionados con la salud metabólica, en particular las dietas bajas en alimentos nutritivos. Estos patrones suelen acompañarse de una composición corporal desequilibrada, como “baja masa muscular y alta masa grasa”.

También se registran con frecuencia “cambios de humor frecuentes”, en parte debido a los niveles bajos de energía y los desequilibrios hormonales que acompañan a un metabolismo lento.

En el plano digestivo, síntomas como “estreñimientohinchazón o diarrea” pueden ser manifestaciones claras de una actividad metabólica reducida. La relación es directa: la digestión se refiere al proceso de descomposición de los alimentos, mientras que el metabolismo se refiere a la conversión de los alimentos en energía.


Qué provoca la ralentización del metabolismo


Los motivos por los que el metabolismo puede perder velocidad son múltiples. Uno de los factores más documentados es la edad. Esto se debe a la pérdida de masa muscular, que es “metabólicamente activa y quema más calorías”, y al declive de los procesos hormonales y celulares reguladores del metabolismo.

La composición corporal también influye de manera directa. Una mujer con un 40% de grasa corporal y menor masa muscular quemará menos calorías en reposo que otra con un 30% de grasa y más masa muscular. Según BBC: “El tejido muscular en el cuerpo es más activo metabólicamente que el tejido graso”.

Las hormonas tienen un papel crucial, especialmente las tiroideas. “Mientras más tiroxina produzca la glándula tiroides de una persona, mayor será su tasa metabólica basal”, detalla el artículo publicado en The Conversation. Otros reguladores hormonales como el cortisol también afectan el metabolismo, particularmente en situaciones de estrés prolongado.

Las condiciones médicas crónicas como el hipotiroidismo, la diabetes, la depresión, la atrofia muscular, e incluso la hipoxia, pueden influir en la tasa metabólica basal. La fiebre también puede modificar temporalmente el ritmo metabólico: “Por cada aumento de 0,5 °C en la temperatura corporal interna, su tasa metabólica basal aumenta en aproximadamente un 7%”.

Por otro lado, el estilo de vida puede contribuir al enlentecimiento metabólico. La inactividad física, los malos hábitos alimentarios, la falta de sueño y el estrés crónico son todos elementos que intervienen en la disminución de la actividad metabólica.

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