Una empresa presenta un ambicioso plan para crear viviendas submarinas móviles

El proyecto implicaría el inicio de la colonización del océano, ofreciendo además oportunidades inéditas para la investigación científica y el turismo de lujo

La exploración de las profundidades marinas ha sido un sueño recurrente para la humanidad desde hace siglos. Desde los primeros diseños de submarinos y campanas de buceo en el siglo XVI hasta las modernas tecnologías sumergibles, el océano ha representado un territorio tan desconocido como fascinante​. Ahora, la empresa británica Deep se propone llevar esta obsesión a un nuevo nivel: la creación del primer asentamiento humano permanente bajo el agua​.

Con un respaldo financiero anónimo, la compañía está desarrollando un innovador sistema de viviendas submarinas móviles, llamadas centinelas, que podrían albergar a científicos, exploradores y hasta turistas adinerados. “El objetivo es vivir en el océano para siempre”, declaró Mike Shackleford, director de operaciones de Deep, en una entrevista con The Guardian. “Tener asentamientos humanos permanentes en todos los océanos del mundo”.

El proyecto Deep

El corazón del plan de Deep son los centinelas, estructuras del tamaño de una casa diseñadas para funcionar a 80 metros de profundidad. Estas estaciones incluyen seis dormitorios, un área de recreación, cocina y un baño con agua corriente. Además, tienen la capacidad de interconectarse, formando verdaderas estaciones de investigación submarina, tal como detalló Popular Science.

La empresa subraya el potencial científico de estos hábitats: permitirían estudios prolongados en zonas inexploradas, algo imposible hasta ahora. Según le dijo a The Telegraph Rick Goddard, director de productos de Deep, la iniciativa abrirá una “nueva ola de exploración oceánica” que podría revolucionar el estudio de los ecosistemas marinos, el blanqueamiento de corales y la captura de carbono.

Pero más allá de la ciencia, los centinelas también podrían convertirse en una atracción para el turismo de lujo. “Queremos abrir el océano a personas no especializadas”, explicó Goddard. “No se trata solo de satisfacer una necesidad. Esto es lo que el planeta necesita y lo que nuestro océano necesita”.

Vivir en un ambiente submarino requiere ajustes biológicos y mentales. A nivel fisiológico, los ocupantes de los centinelas deberán respirar una mezcla especial de helio y oxígeno para evitar la narcosis por nitrógeno, un fenómeno que afecta a los buceadores de aguas profundas.

Además, el cuerpo humano entra en un estado de saturación con la presión del agua. “Una vez saturado, el buceador puede permanecer en el fondo durante días, semanas e incluso meses sin necesidad de descompresión adicional”, explicó Dawn Kernagis, directora de investigación científica de Deep a The Guardian.

Sin embargo, los efectos de una estancia prolongada en un hábitat submarino aún no están del todo claros. El récord actual de permanencia bajo el agua es de 100 días, y no se sabe con certeza si vivir años en profundidad podría causar daños fisiológicos irreversibles.

A nivel psicológico, el principal desafío será la convivencia en espacios reducidos. “Las alteraciones del sueño causadas por la falta de luz solar y el estrés de un entorno reducido podrían afectar la salud mental de los residentes”, señala una investigación publicada en The Lancet.

El océano no es un lugar hospitalario, y Deep lo sabe. La empresa está realizando pruebas iniciales en un lago de 80 metros de profundidad en Gloucestershire antes de trasladar las estaciones al océano abierto.

Las condiciones climáticas extremas, la fauna marina y el riesgo de colisión con embarcaciones representan amenazas constantes. Además, el accidente del submarino OceanGate Titan, que implosionó en 2023, ha generado dudas sobre la seguridad de este tipo de proyectos. “Básicamente, todo el mundo quiere matarte”, afirmó Mike Shackleford, de Deep.

Para evitar tragedias, Deep trabaja en estrecha colaboración con Det Norske Veritas (DNV), una agencia internacional de acreditación que certifica la seguridad de sus estructuras.

¿Qué se puede descubrir en el océano?

Más del 80 % del océano nunca ha sido explorado, lo que convierte al entorno marino en una frontera aún más desconocida que la Luna. Se estima que hasta 90 % de las especies oceánicas están por descubrirse, lo que podría derivar en hallazgos revolucionarios.

“El océano es un terreno muy exploratorio para los productos farmacéuticos”, explicó Sean Wolpert, presidente de Deep. “Es extremadamente probable que encontremos el tratamiento para algo como el cáncer en nuestros océanos”.

Deep insiste en que su proyecto no busca explotar los océanos, sino estudiarlos y preservarlos. No obstante, algunos temen que la minería en aguas profundas pueda ser el siguiente paso. “Eso siempre es una posibilidad. Al fin y al cabo, somos humanos”, reconoció Sean Wolpert, presidente de Deep.

El proyecto de Deep tiene una visión a 300 años en el futuro. Pero para que la humanidad realmente pueda establecerse en el océano, todavía quedan enormes desafíos científicos, técnicos y humanos por resolver.

Por ahora, Deep se prepara para su primera gran prueba en 2027, cuando espera desplegar un centinela totalmente funcional en el mar Mediterráneo. Si tienen éxito, la humanidad habrá dado el primer paso hacia la colonización del océano, un entorno que sigue siendo tan misterioso e inhóspito como el espacio exterior.

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