«50 años de impunidad»: la dura carta de la hija del capitán Viola

María Fernanda Viola, hija del capitán asesinado en Tucumán en 1974, publicó una sentida carta donde denuncia impunidad y exige justicia.

Luego de que el Gobierno de Javier Milei anunciara que desclasificará archivos de la SIDE sobre la Dictadura y que califica como crimen de lesa humanidad el atentando del ERP contra el capitán Humberto Viola y su familia; María Fernanda Viola, hija del capitán asesinado en Tucumán en 1974, publicó una sentida carta.

En la misiva, Fernanda quien también recibió un tiro el día del asesinato de su padre y su hermana, destacó la decisión oficial e hizo un duro descargo contra los responsables del ataque y los gobiernos que durante años desoyeron sus reclamos.

Bajo el título «50 años de impunidad», la hija del capitán asesinado planteó que el atentado buscaba «sustituir la República por un régimen marxista». E hizo una descripción de lo vivido ese 1°de noviembre en la capital tucumana: «Oí los gritos desesperados de mi madre, María Cristina Picón de Viola, al ver, embarazada de cinco meses, cómo eran vilmente asesinados a traición, mi padre, el Capitán Humberto Viola, mi hermana María Cristina, con sólo tres años, y yo, con mis cinco años, quedaba gravemente herida salvando mi vida luego de ocho operaciones», contó.

En el descargo, denuncia que el Estado sembró durante muchos años un «manto de impunidad» para varios «miembros de la guerrilla». «Sufrimos cuando se sustituía la historia por el maniqueo y parcial relato de la memoria», enfatizó Viola.

En otra parte de la carta, resalta la entereza de todos estos años que tuvo su madre, «la que nunca bajó los brazos», y enfatizó que la mayoría de las madres que vivieron la subversión fueron «discriminadas». Además, reclamó que con el reconocimiento del Gobierno actual de haber sido un atentado de lesa humanidad, «la justicia argentina tome la determinación de juzgar a los autores directos y mediatos, que no fueron condenados».

El Gobierno desclasificará los archivos de la dictadura

El anuncio del Gobierno se produjo en medio de los actos, marchas y protestas de organizaciones de derechos humanos, junto a agrupaciones políticas, que en distintos puntos del país conmemoran el Día de la Memoria.

Temprano este lunes, el Gobierno había publicado un video en el que se comprometía a contar «la historia completa». Y luego, fue el propio vocero presidencial, Manuel Adorni el que completó la idea inicial confirmando la desclasificación de los archivos de la SIDE que detallan sobre el accionar de las Fuerzas Armadas durante la última dictadura militar.

El funcionario adelantó que el Gobierno reconocerá como crimen de lesa humanidad, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el atentado del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) a la familia del capitán Humberto Viola.

En 2022, la administración de Alberto Fernández sostuvo ante la CIDH que este crimen no constituía un delito de lesa humanidad y que, por lo tanto, era prescriptible.

El atentado al Capitán Humberto Viola

En el atentado ocurrido el 1° de diciembre de 1974 en San Miguel de Tucumán, un grupo de guerrilleros (ERP) atacó al auto en el que se transportaba el militar, lo asesinó junto a su hija María Cristina de 3 años. María Fernanda, de cinco años entonces, resultó gravemente herida.

La carta completa de la hija del capitán Humberto Viola:

«Han pasado cincuenta años desde aquel primero de diciembre de 1974, cuando, en pleno gobierno constitucional, el ERP cometió uno de sus atentados más aberrantes, en el marco del ataque sistemático a la población civil llevado adelante para sustituir la república por un régimen marxista.

Cincuenta años desde que oí los gritos desesperados de mi madre, María Cristina Picón de Viola, al ver, embarazada de cinco meses, cómo eran vilmente asesinados a traición, mi padre, el Capitán Humberto Viola, mi hermana María Cristina, con sólo tres años, y yo, con mis cinco años, quedaba gravemente herida salvando mi vida luego de ocho operaciones.

Cincuenta años en que, sin dejarnos invadir por el odio, reclamamos vanamente justicia, siendo convertidos en los desaparecidos de la memoria pública.

Durante los mismos hemos sufrido mucho al ver como los distintos poderes del estado blindaban con un manto de impunidad a los miembros de la guerrilla, ocultando la existencia de normas internacionales que consideraban sus crímenes de lesa humanidad.

Sufrimos cuando se hacía la abierta apología de sus crímenes; sufrimos cuando se sustituía la historia por el maniqueo y parcial relato de la memoria; sufrimos cuando éramos convertidos en meros objetos a asesinar o herir por la espalda; sufrimos cuando se ocultaba la responsabilidad de jueces, políticos, intelectuales, educadores y religiosos, en la tragedia,y ellos negaban, sin arrepentirse de nada, la existencia de una guerra revolucionaria, pese a estar ésto expresamente admitido, con autoridad de cosa juzgada, por la sentencias de la Cámara Federal y de la Corte Suprema, dictadas en la causa 13/84 en que se juzgara a los comandantes.(ver: capítulo sexto sentencia Cámara Federal, situación preexistente al 24.3.76

Niegan la guerra revolucionaria, ocultando a los jóvenes los párrafos de esa sentencia y, lo que hubiera ocurrido con nuestras vidas, con nuestros bienes, de haber triunfado la guerrilla.

Deberían leer la confesión del oficial primero de Montoneros, Héctor Leis, quien, en “Testamento de los años 70”, reconoció que se estimaban en quinientas mil personas las víctimas necesarias para hacer triunfar la revolución.

Hoy, 24 de marzo, siento el profundo orgullo de saber que mi madre no bajó nunca sus brazos. Una y otra vez sostuvo que para el dolor no hay ideologías: “Todas las madres debemos tener los mismos derechos. Hemos sufrido por igual y vivido el mismo dolor. Debemos tener las mismas consideraciones, ser dignas de respeto por parte de quienes nos gobiernan. Las madres de las victimas de la subversión somos discriminadas”-.dijo, al hablar en la Plaza San Martín.

FUENTE: lmneuquen.com.ar

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