Alerta en la industria textil: advierten que la baja de aranceles destruiría 50.000 empleos mientras que el precio de la ropa apenas bajaría
Especialistas advierten que la baja de aranceles impulsada por el Gobierno para el sector textil apenas reduciría 0,2 puntos la inflación, pero afectaría gravemente al empleo en el sector de la producción industrial y de la confección. Pymes y cámaras industriales denuncian una competencia desigual que pone en riesgo la producción nacional.
El Gobierno anunció la reducción de aranceles a la importación de ropa, calzado y telas con el objetivo de frenar la inflación y aumentar la competencia en el sector. Sin embargo, especialistas advierten que el impacto sobre los precios sería mínimo, mientras que el perjuicio en el empleo y la producción local podría ser devastador. Según estimaciones del economista Gustavo Ludmer, la medida generaría la pérdida de 47.500 puestos de trabajo en la industria textil y de la confección.
El recorte de aranceles propuesto por el Ministerio de Economía establece que los impuestos a la ropa y el calzado bajarán del 35% al 20%, mientras que para telas disminuirán del 26% al 18%. Para los hilados, los aranceles caerán a valores de entre el 12% y el 16%, dependiendo del tipo de producto. A pesar de esta reducción, Ludmer sostiene que el efecto sobre la inflación será marginal: “El valor de la ropa caería solo un 3,6%, lo que representaría una baja de apenas 0,2 puntos porcentuales en el Índice de Precios al Consumidor (IPC)”.
El mayor impacto de la medida se vería en el empleo. Según el análisis del especialista, la apertura de importaciones provocaría una destrucción de 30.150 empleos en el sector de la confección y 17.350 en el sector textil. “La política del Gobierno golpea a los que mejor hacen las cosas y beneficia principalmente a los sectores de mayores ingresos”, advirtió Ludmer, en referencia a que el segmento formal de la industria será el más expuesto a la competencia externa.
Desde la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA) y la asociación Industriales Pymes Argentinos (IPA) criticaron la medida y advirtieron que “priorizar la rebaja de aranceles antes de aliviar los costos internos genera un escenario de competencia desigual que pone en riesgo el tejido productivo nacional”. En la misma línea, Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar, alertó que “la reconversión laboral en este sector no es sencilla, ya que los trabajadores tienen un bajo nivel educativo promedio, lo que dificulta su inserción en otras industrias”.
Frente a este panorama, expertos en comercio exterior prevén que las importaciones de indumentaria aumentarán al menos un 30% en 2025 debido a la quita de regulaciones y la baja de aranceles. En este contexto, sectores industriales reclaman políticas de incentivo para la producción local, mientras que desde el Gobierno defienden la medida como parte de una estrategia para combatir la inflación y fomentar la competencia en el mercado.
(INFOGREMIALES)