Sí hay plata: El gobierno invertirá $1000 M en «La Rosadita», la morada de Carlos Menem en Anillaco

La famosa casa -propiedad hoy de Zulemita Menem- ubicada en medio del desierto riojano- ícono de la década menemista, estuvo en venta por medio millón de dólares y no consiguió compradores.

En 2020, el Municipio se hizo cargo del mantenimiento de la vivienda deshabitada, a cambio de declararla de interés turístico. Por la pista de aterrizaje que se construyó en 1997 carretean no más de cinco avionetas por año.

El pobre panorama no desalentó al Secretario de Turismo Daniel Scioli quien, esta semana, decidió favorecer a la hija del expresidente con 800 mil dólares -mucho más que el valor de la casa- para remozarla con fines turísticos.

Una casa y una pista de aterrizaje en medio de la nada

Menem no siempre fue hombre de fortuna. En sus comienzos tuvo el respaldo de su familia de origen, viñateros, y sobre todo de su familia política, los Yoma, pudo recién tener sus bienes propios cuando fue gobernador por primera vez, entre el 73 y el 76. Luego de la dictadura, volvió al gobierno provincial en 1983 y fue en ese tiempo que compró dos manzanas en Anillaco, un pueblo que de tan breve, ni siquiera tiene centro cívico. 

El predio está a dos cuadras del cementerio y solo a cinco del otro extremo del poblado. La mayoría de las calles aún hoy, ni siquiera tienen nombre. Allí, sobre esas dos manzanas, comenzó la construcción de una casa que empezó siendo modesta, y se terminó de construir con toda pompa doce años después, en pleno apogeo de su poder.

Cuando el mundo parecía ser menemista, hasta Anillaco llegaban en procesión líderes y arribistas, empresarios y rastacueros, periodistas y vedettes y todos, en alegre montón, pretendían llevarse su parte de un queso que distribuía el Menem más hábil de todos. Tanto despliegue lo llevó a construir allí, en 1997 y en medio del desierto, una pista de aterrizaje a solo 800 metros de la puerta de su casa y de 2400 metros de longitud, idéntica a la del Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires.

La pista de Anillaco fue uno de los emblemas del desparpajo y la corrupción de la década del noventa. Costó 1.2 millones de dólares de la época, y nunca estuvo bajo la jurisdicción del Órgano Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna). Hasta allí llegaba no solo el avión presidencial Tango 01 con ruidosa comitiva, sino también los aviones particulares de Carlos Spadone o de Alberto Gostanián y el argumento para tal construcción sobre terrenos fiscales es que de ese modo se propiciaría la industria agrícola y viñatera, cosa que jamás sucedió. 

Luego de denuncias y causas judiciales, el juez Adolfo Bagnasco, que tuvo el caso, se declaró incompetente para dictaminar un presunto delito por el empleo de fondos federales en la construcción, y hasta un informe del Fondo Monetario Internacional intervino en la controversia: “El presidente de un país que hace construir un aeropuerto en su pequeña ciudad natal también se involucra en un acto de corrupción, aunque no implique pagos de sobornos”.

Aunque nunca se construyó la torre de control y el hangar proyectados, la pista fue operativa durante las horas nocturnas o jornadas de escasa visibilidad gracias al sistema de balizamiento donado por la empresa Aeropuertos Argentina 2000, justo después de lograr la concesión de una treintena de infraestructuras aéreas del país en el marco del proceso privatizador culminado en 1998. Hoy, la pista no tiene más actividad que la de recibir cinco o seis avionetas anuales, y su mantenimiento es paupérrimo.

A la casa construida, que comprende más de mil metros cuadrados de la construcción principal, una casa de huéspedes, una cancha de tenis y una piscina, la llamó «La Rosadita», casi como una sucursal de la Casa de Gobierno donde, ya retirado, reposaría el guerrero luego del apogeo y la cima. Ya solo y en caída, cuando la fiesta estaba en otra parte, pasó buena parte del 2003 en esa casa, cuando su hija decidió dejarlo entrar a la que era ya su propiedad.

Porque Carlos Menem no siempre tuvo acceso a «La Rosadita». La casa, si bien fue su proyecto y concreción, nunca estuvo a su nombre sino que es parte del patrimonio de la empresa Ondisur S.A., registrada en 1987 en Uruguay, primero a nombre de Zulema Fátima Yoma y luego traspasada a nombre de Zulema María Eva Menem. A esta empresa también pertenece la casa de la calle Echeverría 3535 del barrio de Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, donde Menem pasó sus últimos días. 

Por lo que Zulemita, como propietaria, en 2001 impidió que su padre ingresara a la propiedad y festejara allí su boda con Cecilia Bolocco, y la fiesta tuvo que hacerla en el poco glamoroso en el gimnasio del Club Polideportivo Anillaco y donde bajo un sol rajante y cuarenta grados de calor, comieron un locro como plato principal. La hija -primera dama- tampoco permitió que la pareja habitara la casa porteña, por lo que durante el primer tiempo y hasta caer preso, Bolocco y Menem vivieron en el Hotel Presidente de la avenida 9 de Julio.

En «La Rosadita», ya perdonado por la hija, improvisó un posible regreso al poder en 2005 y logró una banca de diputado que lo alejó de la condena a prisión. Menem visitó Anillaco, por última vez, en 2020. Cuando falleció, el intendente Marcelo Del Moral se ilusionó con que los restos del ex presidente descansaran en el cementerio del pueblo, ahí a pasos de «La Rosadita», y que eso trajera alguna comitiva que justificara la existencia de la única posada del pueblo, pero tampoco fue posible.

El radical Julio Martínez prometió alguna vez que si era gobernador compraría la propiedad y levantaría allí una exposición sobre el expresidente riojano. «Nos queda aún el turismo de jubilados, pero ya también se está perdiendo» se resignaba Marcelo González, un concejal radical de Castro Barros que impulsó en alguna campaña electoral doméstica la idea de Martínez. «Lo que quedó aquí del menemismo es un hospital y una escuela secundaria, pero los que verdaderamente sacaron provecho del expresidente fueron sus amigos y su entorno«, se lamentó ante el cronista del diario La Nación.

Con información de Data Clave.-

Comentarios (by Facebook)