Comedores de barrios populares piden asistencia: «Los pibes la están pasando cada vez peor»
En Argentina hay 34.782 comedores en barrios populares, donde se sostiene la alimentación de miles de familias.
«Ahora sabemos exactamente qué pasa con cada bolso de comida que se reparte», dijo Javier Milei en su discurso de apertura de sesiones ordinarias. Sin embargo, desde organizaciones que sostienen comedores en barrios populares desmienten que el Gobierno haya iniciado la distribución de alimentos, en un marco de incremento inflacionario que profundiza la emergencia alimentaria.
En el marco de una entrevista para el canal de C5N, Jorge Conti, uno de los colaboradores del comedor Los Gurises que funciona en el distrito bonaerense de Moreno, aseguró que «los pibes la están pasando mal, la están pasando cada vez peor. Los privados lo estamos bancando. Somos un pequeño grupito solidario, ponemos unos pesos cada uno para bancar a los comedores, pero cada vez las cosas están más caras. Nos ataca la inflación y cada vez hay más necesidades«.
Contextualizando que al comedor asisten un total de 1.050 niños, Conti afirmó que «esto cuesta mantenerlo. El año pasado podíamos dar seis veces por semana la cena. Ahora empezamos a tener un par de días menos a la semana porque la comida cuesta un montón. La inflación nos está matando, el Gobierno no te da nada. Hay muchos comedores que antes bancaban los políticos que desaparecieron, entonces la gente del barrio que antes no venía acá ahora viene».
«No sé qué es ser gerente de la pobreza. La pobreza está», analizó y concluyó diciendo: «Si ser gerente de la pobreza es salir a buscar a amigos que pongan plata por mes para ir a comprarle comida a los pibes, estoy orgulloso de ser un gerente de la pobreza. Yo hago lo que sea para que estos pibes tengan un plato de comida».
Según el Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios (ReNaCoM) en el país hay 34.782 comedores en los que colaboran 134.449 personas: en cada uno comen hasta 300 familias por día y varios -principalmente los que no reciben asistencia de gobiernos provinciales o municipales- tuvieron que discontinuar sus actividades este año. Hasta el momento, el Ministerio de Capital Humano sólo difundió acuerdos con dos ONGs (Fundación Conin y Haciendo Camino) y dos instituciones religiosas (Cáritas y ACIERA), que serán intermediarios de sus transferencias.
Emergencia alimentaria: las acciones del Gobierno en sus primeros meses
En la Argentina, el Gobierno nacional cuenta con nueve programas con presupuesto asignado -aunque atrasado, porque forma parte del presupuesto 2023– cuya centralidad son políticas alimentarias. En el mes de enero, sólo se ejecutó la partida de uno de ellos: el de la Tarjeta Alimentar, que con un desembolso de $132.347 millones tuvo un aumento del 306% interanual, superior a la inflación. No hay novedades sobre los otros ocho programas, entre los que se encuentra el de Complemento Alimentario, Comedores Comunitarios y Merenderos, Plan Nacional Contra el Hambre, Comedores Escolares, Acciones Focalizadas en Personas Celíacas.
“Desde que asumió la nueva gestión, no han enviado nada”, subrayó para Ámbito Norma Morales, dirigente nacional de Barrios de Pie, que administra 3.000 espacios de cuidados comunitarios en todo el país y escogieron las rondas de ollas vacías frente a residencias de funcionarios (como el Hotel Libertador, la Quinta de Olivos, el country donde vive Luis Caputo) como forma de manifestación. «Empezamos a tocar fondo en diciembre, porque el gobierno anterior no fue regular con la entrega de mercadería», sostiene y añade: “Vemos con mucha preocupación que no haya ninguna política pública que sea para contener o para abrazar al sector nuestro, sino todo lo contrario».
En ese marco Pablo de la Torre, titular de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, anunció en sus redes sociales el Programa de Asistencia Directa a Comedores con el fin de “asegurar que la ayuda llegue a quienes la necesitan” brindando “dinero de manera directa y efectiva a la gente y a los comedores, eliminando los intermediarios”.
“Es todo mentira«, respondió para este medio Claudia Albornoz, cocinera comunitaria y referenta nacional de La Garganta Poderosa, quien considera que «hay una sospecha de que nos quedamos con plata pero lo que hacía el Ministerio de Desarrollo Social el año pasado era darnos mercadería de lo que denominamos secos (fideos, arroz, legumbres) para que cocinemos junto a otras gestiones que nosotros hacíamos para conseguir más alimentos». «La realidad no es culpa nuestra: nosotras no decidimos las medidas económicas y no tenemos injerencia sobre esas decisiones que sí toma el gobierno de Milei», recuerda.
Fin del Potenciar Trabajo: dos programas lo reemplazan
El Gobierno informó que deja de existir el programa Potenciar Trabajo y será reemplazado por dos nuevas versiones: “Programa Volver al Trabajo” y el «Programa de Acompañamiento Social». Aunque confirmaron que mantendrán algunos puntos del proyecto original de acompañamiento laboral, las nuevas variantes contarán con algunas modificaciones ya que consideraron que el programa Potenciar Trabajo tenía «ineficiencias».
Uno de los aspectos que se mantiene invariable es el del monto de compensación para el trabajador, que será el mismo que el Potenciar Trabajo, es decir $78.0000. Sin embargo, uno de los cambios es que en el programa Volver al Trabajo estará permitido compatibilizar la asistencia con ingresos de hasta tres Salarios Mínimos Vitales y Móviles. Es decir, ingresos de hasta $540.000 para quienes tengan un empleo formal.
Según argumentó el Gobierno, el límite previo, que solo habilitaba tener un SMVM, “desincentivaba, en la práctica, la búsqueda de trabajo formal”. El Ministerio de Capital Humano aseguró que, de 1.400.000 participantes del Potenciar, “apenas el 1,3% consiguió transitar hacia un empleo formal, un porcentaje que pone de manifiesto una marcada ineficacia en el cumplimiento de los objetivos de empleabilidad del programa”.
AMBITO.-