Señales cerebrales de personas antes de morir dan indicios de dónde está la conciencia

Túneles de luz misteriosos, epifanías y sueños lúcidos en segundo plano, es lo que las personas describen cuando regresan de experiencias cercanas a la muerte (ECM). Incluso aunque se trate de personas culturalmente opuestas, las historias de experiencias místicas aparecen en los relatos de las ECM, lo que lleva a pensar a los investigadores que se trata de un patrón en los procesos cerebrales al momento de morir y que únicamente pueden relatar aquellos que sobrevivieron. ¿Será que al encontrar la región cerebral donde se gestan tales visiones, encontraremos la conciencia? Esto dice una nueva investigación.

Desde el 2013, la investigadora especialista en neurología y psicología Jimo Borjigin, ha estado buscando destellos de actividad cerebral previos a la muerte. Poco a poco ha ido encontrando parpadeos biológicos en las experiencias cercanas a la muerte y cree que monitorear los cambios en la actividad cerebral podría indicarnos dónde se aloja la conciencia en el cuerpo humano.

Parpadeos de actividad cerebral previos a la muerte

El equipo de investigación dirigido por Borjigin revisó los antecedentes de cuatro pacientes que fallecieron por paro cardiaco y hemorragia cerebral, mientras los médicos seguían monitoreando su actividad mediante electroencefalogramas (EEG). Extrañamente los gráficos mostraron un estallido de ondas gamma en dos de los casos.

Las ondas gamma son la frecuencia más veloz de todas las ondas cerebrales a las que trabaja nuestro cerebro y por esta razón, los neurocientíficos debieron verificar que no se trataba de los efectos secundarios de una convulsión, y así lo confirmó un especialista. Al descartar las convulsiones como posible fuente de ondas gamma, Borjigin y su equipo creen haber encontrado un posible marcador de conciencia.

“Este es quizá el primer estudio que muestra realmente segundo a segundo cómo muere el cerebro”, dijo la principal autora.

¿Dónde se ilumina la conciencia?

El siguiente paso fue analizar las regiones cerebrales que se iluminaron al momento del deceso. Descubrieron que la actividad de ondas gamma se concentraba principalmente en la “zona caliente cortical posterior”, que está compuesta por los lóbulos temporal, parietal y occipital, y a la cual se ha asociado con los cambios de conciencia.

“Si esta parte del cerebro se ilumina, eso significa que el paciente está viendo algo, puede escuchar algo, y puede sentir sensaciones fuera del cuerpo”, explica Borjigin.

Se ha observado gran actividad en esta región en personas que experimentan sueños vividos, alucinaciones visuales y experiencias extracorporales. Esto podría explicar por qué las personas que regresan de experiencias cercanas a la muerte, relatan historias místicas de experiencias paranormales.

El estudio sienta las bases para una mayor investigación sobre el mecanismo de la conciencia humana, sin embargo, no todos están convencidos de que las experiencias extracorporales estén conectadas al roce transitorio con la muerte, sino que podrían ser una respuesta neurológica al estrés de los eventos cardiacos.

Referencias: Borjigin, J. Surge of neurophysiological coupling and connectivity of gamma oscillations in the dying human brain. PNAS, 2023, DOI – Ecoosfera.

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