Cáncer de pulmón: Las pruebas que ayudan a su detección temprana
El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo, ya que alrededor de 1,8 millones de personas mueren anualmente debido a este tipo de cáncer lo que corresponde aproximadamente al doble de la cantidad de vidas perdidas debido al cáncer colorrectal que es la segunda causa de muerte por cáncer, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Según estudios fidedignos y conducidos de manera adecuada demuestran que un programa de detección bien organizado puede reducir la cantidad de personas que mueren por cáncer de pulmón en un 20 por ciento.
Los programas de detección sirven para descubrir el cáncer de pulmón en una etapa incipiente, cuando el tratamiento puede tener más éxito. En general, las pruebas de detección se recomiendan en personas que tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer de pulmón, lo que con frecuencia incluye a personas que fumaron mucho en algún momento de su vida.
Un estudio realizado en los Estados Unidos y llamado Ensayo Nacional para la Detección del Cáncer de Pulmón, descubrió que las pruebas de detección benefician más a tres segmentos específicos de la población. El primer grupo incluye a personas que ya tuvieron cáncer de pulmón. El segundo grupo está formado por personas que solían fumar una caja o más de cigarrillos al día durante más de 30 años.
El tercer grupo incluye a personas que solían fumar una caja de cigarrillos o más durante 20 años y que además tienen otro factor que aumenta su riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, por ejemplo: antecedentes familiares de cáncer de pulmón, enfisema u otro trastorno pulmonar, tratamiento previo con radioterapia o diagnóstico previo de cáncer en otra parte del cuerpo.
Un componente importante del programa de detección del cáncer de pulmón incluye un examen radiológico de los pulmones que se denomina tomografía computarizada de baja dosis. La obtención de una tomografía computarizada de los pulmones incluye una consulta médica que dura aproximadamente una hora, aunque el escaneo en sí suele llevar menos de cinco minutos.
La tomografía computarizada de baja dosis es un procedimiento indoloro, similar a la obtención de una radiografía, en el que una computadora genera imágenes detalladas de los pulmones y de las estructuras aledañas que se crean durante ese examen para que las revise un radiólogo, o médico especializado en diagnosticar enfermedades a través de imágenes.
El uso de tomografías computarizadas para detectar el cáncer de pulmón es importante porque estas imágenes pueden revelar el cáncer de pulmón mucho antes de que se presenten síntomas o de que sea aparente en una radiografía de tórax. La tomografía puede encontrar indicios de cáncer tan pequeños como un grano de arroz. La importancia de detectar el cáncer de manera temprana es significativa porque la supervivencia después del tratamiento de cáncer de pulmón está directamente relacionada con la etapa en la que se detectó inicialmente el cáncer.
Cuando mediante una tomografía computarizada de detección se identifica el cáncer de pulmón en una etapa temprana, generalmente se lo puede curar con cirugía. Además, el tratamiento para la etapa inicial del cáncer de pulmón usualmente puede hacerse a través de técnicas mínimamente invasivas, lo que permite que los pacientes se recuperen más rápidamente y reanuden sus actividades cotidianas antes de lo que sucedería con los métodos quirúrgicos invasivos.
Es importante saber que cuando la detección del cáncer de pulmón se hace correctamente, es más que solo un estudio por imágenes de los pulmones. La detección del cáncer es, más bien, un programa multidisciplinario integrado que incluye una evaluación inicial y personalizada del riesgo para determinar si un protocolo de detección sería beneficioso.
Un programa fiable de detección debe incluir análisis correctos y planes estructurados para abordar cualquier problema que se identifique en la tomografía computarizada, puesto que no toda mancha que se encuentra en el pulmón es cancerosa. Es importante también que cada paciente cuente con la evaluación de un experto en imágenes radiológicas, además de asegurarse de que el paciente reciba los resultados y entienda las explicaciones. Luego de la revisión, lo siguiente puede incluir más pruebas, un plan para evaluación futura o conversaciones sobre las opciones de tratamiento. Para muchos pacientes, el plan puede consistir simplemente en una tomografía computarizada de tórax todos los años. | DOC SALUD.