Larreta culpa a su jefe de gabinete por el escándalo de las vallas a CFK
Tras una jornada con balance negativo para Horacio Rodríguez Larreta, en el gobierno porteño hay bronca con Felipe Miguel (Jefe de Gabinete) por el fracaso de las vallas. En Parque Patricios apuntan contra el jefe de Gabinete como el ideólogo del dispositivo de la discordia.
Larreta culpa a su jefe de gabinete por el escándalo de las vallas a CFK. Felipe fue quien defendió ante los medios la decisión de colocar un cerco que solo pudieran traspasar los vecinos. «Vamos a ser firmes para que el barrio recupere la tranquilidad. El vallado va a estar el tiempo que sea necesario», dijo el sábado al mediodía, cuando los militantes comenzaban a confluir en Recoleta.
En el larretismo calificaron la idea de las vallas como una «decisión tonta» y que dejó a Larreta en una situación sin salida. «Cuando te ganaron la calle ya está, si no sostenés las vallas perdés autoridad y si las sostenés te expones a reprimir con un resultado incierto», dijeron.
Más allá de las quejas de los vecinos, las vallas normalmente se utilizan para proteger inmuebles, pero en ninguna de las manifestaciones de apoyo a la vicepresidenta hubo intentos de invadir las casas vecinas. No se entendía mucho la lógica de vallar una cuadra, porque en todo caso la molestia de la multitud simplemente se trasladaba a los vecinos ubicados a cien metros de la casa de Cristina.
El jefe de Gabinete no fue incluido en la reunión que mantuvieron el ministro de Seguridad, Marcelo D´Alessandro y su par de Gobierno, Jorge Macri, como representantes de la Ciudad, con Wado De Pedro (Interior), Aníbal Fernández (Seguridad) y Martín Mena (vice de Justicia) por Nación. Tampoco estuvo junto a Larreta en la conferencia de prensa, donde prefirió aparecer flaqueado de María Eugenia Vidal y Jorge Macri.
Según trascendió fue un encuentro tenso en dónde las partes discutieron sobre horarios, y la Ciudad reclamó que no hubiera acampes, ni ferias, ni batucadas ni fuegos artificiales en las inmediaciones del domicilio de Cristina. Al final hubo una suerte de acuerdo: las vallas no vuelven y Cristina pediría a la gente que se retire. Lo hizo a su modo, les pidió que «vayan a descansar», cuando habló desde la puerta de su casa.