Descubren un superbichito mortal que se alimenta de plástico médico
Científicos de la Universidad de Brunel, Londres, han descubierto que Pseudomonas aeruginosa, una bacteria común en hospitales, puede digerir plásticos usados en dispositivos médicos como suturas, stents e implantes. Este hallazgo plantea nuevos retos para la seguridad hospitalaria y el diseño de materiales médicos, cuestionando cómo se controla la infección en entornos clínicos.

El superbichito devora plásticos médicos
El estudio publicado en Cell Reports revela que Pseudomonas aeruginosa puede descomponer la policaprolactona (PCL), un plástico biodegradable presente en suturas, stents y mallas quirúrgicas. Gracias a una enzima llamada Pap1, la bacteria degrada casi el 80 % del plástico en solo una semana, utilizando este material como su única fuente de energía. Esta habilidad inédita favorece la supervivencia y persistencia del microorganismo en hospitales y dentro de pacientes, desafiando la creencia previa de que los plásticos médicos son inmunes al ataque microbiano. Este descubrimiento abre la puerta a replantear cómo se diseñan y utilizan estos materiales en la medicina moderna.
Dispositivos médicos en riesgo
El profesor Ronan McCarthy, líder del estudio, advierte que esta capacidad bacteriana representa una amenaza para la integridad de dispositivos médicos plásticos, desde catéteres hasta implantes dentales. La degradación causada por Pap1 podría comprometer tratamientos y favorecer infecciones persistentes, un problema ya agravado por la resistencia de Pseudomonas aeruginosa a múltiples antibióticos. En hospitales, donde la bacteria se encuentra con frecuencia, esta habilidad podría aumentar la dificultad para controlar brotes y proteger la salud de los pacientes.

Una defensa bacteriana reforzada
Además, la degradación del plástico fortalece la formación de biofilms —esas capas pegajosas que protegen a las bacterias y dificultan la acción de antibióticos—. Pseudomonas aeruginosa es una de las principales causantes de infecciones hospitalarias severas, como neumonías y urinarias asociadas a dispositivos plásticos. La combinación de alimentación a base de plástico y biofilms resistentes podría explicar la persistencia y dificultad para erradicar estas infecciones, haciendo urgente el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas.
Aunque el estudio se enfocó en la policaprolactona, los investigadores encontraron indicios de enzimas similares en otros patógenos, lo que sugiere que plásticos muy usados en medicina, como el PET y el poliuretano, también podrían estar en riesgo. Estos materiales se encuentran en apósitos, catéteres, implantes mamarios y dentales, ampliando la preocupación sobre la vulnerabilidad de múltiples dispositivos médicos frente a ataques microbianos.
Replanteando el control de infecciones
Este descubrimiento obliga a revisar los protocolos de higiene y monitoreo en hospitales, especialmente para detectar bacterias capaces de degradar plásticos. La supervivencia prolongada de estos patógenos en superficies plásticas podría estar detrás de brotes difíciles de controlar. Se necesita más investigación para determinar la extensión de esta capacidad en otros microorganismos y su impacto en la virulencia bacteriana. Como concluye McCarthy, el plástico es un pilar en la medicina moderna, pero ahora también representa una vulnerabilidad que debemos abordar para proteger la seguridad de los pacientes.
Referencia:
- Pseudomonas aeruginosa clinical isolates can encode plastic-degrading enzymes that allow survival on plastic and augment biofilm formation. Link.
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