Por qué se frenan los préstamos al consumo y el uso de tarjetas de crédito: el impacto del aguinaldo y la falta de cuotas
El financiamiento al sector privado en pesos creció en términos reales por quinto mes consecutivo, pero con mucha variación entre líneas: los créditos hipotecarios y comerciales lideraron la suba, los vinculados al consumo mostraron señales de enfriamiento
En junio, el sistema financiero registró una desaceleración en las líneas de crédito vinculadas al consumo, como los préstamos personales y las tarjetas de crédito. La combinación de factores estacionales, como el cobro del medio aguinaldo por parte de los trabajadores formales, y estructurales, como la ausencia de programas de financiamiento en cuotas con o sin interés, explica en parte el freno en este tipo de operaciones.
Según un informe de First Capital Group, el financiamiento a través de tarjetas de crédito mostró un aumento nominal de apenas 1,1% en junio, lo que se tradujo en una caída real del 0,9% al descontar la inflación estimada para el mes. En términos interanuales, el crecimiento fue del 129,8%, pero también por debajo de otras líneas de préstamos. Es el segundo mes consecutivo en que esta categoría muestra un bajo rendimiento.
“La mayor influencia en la caída la debemos buscar por el lado de la ausencia de programas de cuotas con y sin interés. Se ha comprobado en anteriores momentos que la utilización de esas herramientas potencia el crecimiento de la cartera y su ausencia la deprime”, señaló Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
Los préstamos personales también experimentaron una desaceleración. Si bien el saldo total subió 3,8% en términos nominales, el crecimiento real fue de apenas 1,8%. El informe indicó que esta variación representa la mitad del ritmo registrado en los primeros meses del año. “Debemos tener en cuenta que los trabajadores formales perciben en esta época la primera mitad del sueldo anual complementario, lo cual puede retrasar los pedidos de nuevas financiaciones y también acelerar algunas cancelaciones de préstamos tomados anteriormente”, explicó Barbero.
Las líneas que crecieron
En contraste, otras líneas del sistema crediticio, como los préstamos comerciales y los hipotecarios, mostraron un desempeño más sólido. En el caso de los créditos para empresas, el crecimiento nominal mensual fue de 7,1%, con una suba real del 5%. En tanto, los créditos hipotecarios, incluyendo los ajustables por UVA, aumentaron 12,9% en términos nominales, lo que implicó una suba real del 10,7%.Los préstamos hipotecarios crecieron un 10,7% mensual real en junio (Canva)
El saldo total de préstamos en pesos al sector privado alcanzó los $76,1 billones en junio, con un incremento nominal mensual del 5,1 por ciento. En términos reales, descontando una inflación estimada de 2%, el aumento fue del 3,1%. La suba interanual llegó al 163,5% nominal y al 88,2% real. “Completamos un mes más de crecimiento real en el segmento de las financiaciones en pesos, viajando a una velocidad promedio de alrededor de $4 billones mensuales durante el último año”, afirmó Barbero.
En cuanto a los créditos prendarios, utilizados principalmente para la compra de vehículos, se registró un crecimiento nominal del 5,7% y real del 3,6%. El informe describe este comportamiento como un mes de “relativa calma” para este segmento, que tuvo uno de los incrementos más bajos del semestre.
En el caso de los préstamos en dólares, también hubo un crecimiento, aunque más moderado. El saldo total alcanzó los USD 16.234 millones, con una suba mensual del 3,2% y una variación interanual del 152,2%. Esta línea está dominada por préstamos comerciales, que representan el 76,4% del total en moneda extranjera. Estas operaciones subieron 2,6% en el mes y 164,3% en el año.
Por el contrario, el financiamiento con tarjetas de crédito en dólares mostró un retroceso significativo. El saldo disminuyó un 18% en el mes, quedando en USD 639 millones, a pesar de un aumento interanual del 40,4%.
En este escenario, se destacan dos tendencias. Por un lado, la moderación en el crecimiento de los préstamos destinados al consumo, especialmente en un contexto donde el ingreso disponible de los hogares se ve aliviado temporalmente por el cobro del aguinaldo. Por otro, la recuperación relativa en líneas orientadas a la inversión, como los créditos hipotecarios y comerciales, que responden a una lógica distinta y a expectativas de estabilidad o movimiento del tipo de cambio.El cobro del medio aguinaldo explica parte de la menor demanda de financiamiento (Reuters)
El informe de First Capital Group analiza estas dinámicas bajo la premisa de que la demanda de financiamiento está sujeta a variables tanto de corto plazo –como el calendario de ingresos– como de condiciones estructurales del mercado, entre ellas, el incentivo que generan las líneas de financiamiento en cuotas. La comparación con períodos anteriores muestra cómo estos programas incidieron históricamente en el uso del crédito por parte de las familias.
El comportamiento de los consumidores también refleja una mayor cautela. La falta de opciones de pago en cuotas sin interés limita el acceso a bienes durables y reduce el uso de tarjetas para financiar el consumo. A esto se suma el efecto de cancelaciones anticipadas de préstamos personales, motivadas por ingresos extraordinarios como el aguinaldo.
En lo que va del año, el saldo total de créditos viene mostrando un crecimiento sostenido, pero no homogéneo entre las distintas líneas. Mientras algunas se expanden con fuerza, otras pierden dinamismo ante un entorno económico con tasas reales positivas, menor inflación y consumo aún contenido.
De esta manera, junio dejó un saldo mixto para el crédito al sector privado: aunque el crecimiento general fue positivo en términos reales, la tendencia al enfriamiento en las líneas vinculadas al consumo directo marca una señal de alerta sobre el comportamiento de los hogares en los próximos meses.
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