El plan frustrado para dejar a Cristina en un calabozo

La decisión de notificarla a la distancia y que se quede en su casa surgió forzada por el miedo a una eventual foto de la expresidenta rodeada por una multitud camino a Comodoro Py. El apoyo masivo fue determinante. Pero sí lo hicieron con el ex director de Vialidad Nacional, Nelson Periotti, de 80 años. Los abogados de CFK le pidieron al Tribunal que defina si ella puede o no salir al balcón.

Cristina Kirchner iba a ser detenida en Comodoro Py y pensaban tenerla alojada en una celda entre uno y cuatro días. La amenaza de una marcha descomunal, en la que ella caminaría adelante para entregarse en el sexto piso del edificio de Comodoro Py, asustó a los jueces y al Gobierno, por lo que decidieron notificarla a la distancia y que se quede en su casa. Aun así, una histórica multitud desbordó la Plaza de Mayo y todo el centro porteño. La prueba de que la intención era meter a CFK en una celda -y seguramente sacarle una foto- es que fue lo que hicieron éste miércoles con los demás condenados en la fraudulenta causa Vialidad, incluyendo a Nelson Periotti, de 80 años, a quien alojaron en una celda de la Unidad 28, en el subsuelo del Palacio de Tribunales. Periotti tiene un deterioro cognitivo; un tumor en la cara que debe extirparse a corto plazo, problemas en la cadera, una rodilla que debió reemplazarse por una prótesis, fracturas de varias costillas a raíz de una caída y otros problemas de salud propios de su edad. A los demás condenados, incluso mayores de 70, los mandaron a los calabozos del subsuelo de Comodoro Py y de allí al penal de Ezeiza. En su ofensiva para restringir políticamente a Cristina, los jueces dieron a entender que no puede salir al balcón porque «altera la convivencia pacífica del vecindario». A raíz de esa frase difusa, durante la mañana de este miércoles, los abogados de CFK, Carlos Alberto Beraldi y Ary Llernovoy, presentaron un pedido de aclaratoria: le pidieron al Tribunal que defina si ella puede o no salir al balcón. Al cierre de esta edición no había respuesta. Los letrados sostienen que ella no está privada del derecho político a opinar o a intervenir y eso llevó a Cristina a enviar el mensaje a la multitud que copó la ciudad de Buenos Aires.

La guerra de las fotos

Por el trato que le dieron a los demás condenados en Vialidad, todo indica que esperaban hacer un show, tal vez algo más discreto, con Cristina. A Periotti y su abogado, Federico Paruolo, los recibió el propio presidente del Tribunal, Jorge Gorini, y les dijo que no pretendía infligirles un mayor sufrimiento. Sin embargo, enviaron a un calabozo a un hombre que cumple 80 años el 3 de julio y tiene serios problemas de salud. A Paruolo le explicaron que sólo podrían darle la prisión domiciliaria tras una revisación del Cuerpo Médico Forense (CMF) y después de escuchar la opinión de los fiscales. El turno en el CMF era para el 24, o sea, Periotti estaría en una celda durante una semana y luego otros tres días, como mínimo, esperando el dictamen de Diego Luciani y Sergio Mola. Lo que se logró ahora es que el CMF lo revise este jueves a las 10.30, producirá un informe y tras cartón habrá que esperar que los fiscales den su opinión. Todo hace pensar que Periotti estará en la celda cuatro o cinco días. Anoche, quienes lo vieron revelaron que no había otro preso dentro de su celda.

La defensa de Cristina diagnosticaba que a la expresidenta le iban a hacer algo similar. Pretendían sacarle una foto detenida -tal vez sin esposas-, tenerla entre uno y cuatro días en un calabozo u oficina, posiblemente subirla a un vehículo para llevarla al CMF, y luego esperar el dictamen de Luciani y Mola, actores repetidos del show.

Lo que frustró el plan fue la amenaza de una imponente marcha a Comodoro Py. Según trascendió este miércoles, estaba la idea de que Cristina llegara al edificio de Retiro caminando, con la inmensa multitud marchando detrás. Una foto que recorrería el mundo y que el gobierno de ninguna manera quería. A eso se sumaba la tensión de centenares de miles de personas copando el centro porteño y el peligro de choques con las fuerzas de seguridad. En la tarde del martes, con presión del gobierno mediante, los jueces optaron por el razonable camino de notificarla con una resolución y cancelar la exigencia de la presentación en Comodoro Py.

De todas maneras, la inmensa movilización de Plaza de Mayo dará la vuelta al mundo con el mensaje de que una buena parte de los argentinos descree de la justicia, considera que la condena fue política, que no hubo delito alguno y que respalda a la expresidenta. No se ven marchas semejantes en ningún otro rincón del planeta.

El discurso y el balcón

Los abogados de Cristina sostienen que las personas detenidas “no están privadas de sus derechos políticos”, algo que está establecido en  la Convención Americana de los Derechos Humanos. Además, en la propia resolución de los jueces, de ninguna manera le prohíben el uso de las redes sociales, por lo cual el discurso difundido en Plaza de Mayo encuadra en ambos conceptos: que tiene derechos políticos y que no existe una prohibición de los magistrados. Sólo le pusieron como límite “la adopción de comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”.

En la ofensiva proscriptiva, la resolución de los jueces da a entender que CFK no puede salir al balcón justamente porque podría “perturbar la tranquilidad del vecindario” con sus saludos a quienes llegan para demostrarle afecto. Cristina twiteó: “¿puedo salir o no al balcón de mi casa? Parece joda, pero no…. Por eso le preguntamos al Tribunal que aclare, por favor, qué comportamiento se encuentra prohibido”. La exmandataria anticipó así una presentación ante Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, pidiéndoles que expresamente digan si puede o no salir a saludar al balcón. Al cierre de esta edición, el Tribunal no había contestado.

En los próximos días, Beraldi y Llernovoy presentarán también un pedido de reposición ante los mismos magistrados para que revean lo decidido respecto de las visitas. Este jueves, los letrados entregarán una lista de los visitantes naturales: los hijos, nietos, médicos y una lista de los abogados que representan a Cristina en distintas causas. Por ejemplo, en el juicio por el intento de asesinato; en las calumnias, en los juicios civiles, en los previsionales. La persecución se da en muchos terrenos y el listado de abogados es amplio. Pero, según lo resuelto por el Tribunal Oral, el resto de los visitantes tiene que pedir permiso judicial, algo que no se le exige a quienes van a ver a otros detenidos en prisión domiciliaria. Javier Timerman, hijo del recordado periodista Jacobo Timerman, recordó en la red X que, incluso durante la dictadura, su padre no tenía restricciones en las visitas. Hoy en día, la mayoría de los represores, algunos de ellos condenados a perpetua, están en su casa y reciben a quien quieren a la hora que quieren. Algunos salen al supemercado o van a caminar sin control alguno. La Dirección que controla esas prisiones domiciliarias apenas tiene 100 empleados en todo el país y, según dicen, en la mayoría de los casos el control consiste en hacer una llamada telefónica cada 15 días. En el caso de Cristina, todo apunta a que no tenga actividad política, que no se reuna con otros dirigentes ni incida en la situación socio-política del país. Como se vio este miércoles con la marcha, será difícil silenciarla. 

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