El nuevo oro verde: cuál es el cultivo que despierta el interés de los inversores pese a su poco desarrollo en la Argentina
Se estima que la industria puede alcanzar cifras inéditas para el sector si logra superar los obstáculos productivos y logísticos que hoy enfrenta
El crecimiento de la siembra y exportación de alfalfa consolidó en los últimos años a Córdoba como una provincia clave dentro de un negocio de alto potencial. Con muy buenas condiciones naturales para el desarrollo del cultivo, Córdoba se transformó en el foco de atención para referentes de la agroindustria que buscan capitalizar las oportunidades de un mercado mundial de heno y forrajes que, según empresarios del sector, “parece no tener techo, al menos en el corto plazo”.
El protagonismo cordobés se explica tanto por su superficie dedicada —610.000 hectáreas— como por el entramado productivo e industrial reunido en el denominado clúster de alfalfa. Esta red público-privada de trabajo colaborativo integra 105 socios y organiza para noviembre una misión a Francia y Alemania, con el objetivo de explorar nuevas oportunidades y conocer de primera mano las experiencias europeas durante el IV Congreso Mundial de Alfalfa en Reims y la feria Agritechnica en Hannover.
Un mercado global que multiplica cifras
A pesar del entusiasmo, la Argentina hoy representa solo el 1,5% del mercado mundial de heno, según datos del sector. El país exporta unas 147.000 toneladas anuales, en un contexto donde el volumen global asciende a 9,8 millones de toneladas, impulsado por la demanda de ganaderías intensivas de todo el mundo. Durante el año pasado, las exportaciones argentinas generaron ingresos por 66 millones de dólares, una cifra considerable que, no obstante, queda muy por debajo del verdadero potencial proyectado por los referentes de la cadena.
El análisis interno del clúster muestra que el proceso continuo de intensificación ganadera a nivel mundial exige alimentaciones cada vez más sofisticadas, con altos requerimientos de henos y silajes entregados mediante raciones completamente mezcladas. Bajo esta dinámica, la posibilidad de crecimiento de la Argentina aparece como una ventana de oportunidad para diversificar exportaciones y captar parte de un negocio cuyo techo resulta difícil de dimensionar.
Córdoba al frente de la transformación
Con la mayor concentración de hectáreas dedicadas al cultivo y cuatro de las siete plantas de recompactado de heno en el país, Córdoba se posiciona como la principal exportadora nacional. También cuenta con una de las dos plantas deshidratadoras existentes en la Argentina. Los actores de la cadena proyectan que, de impulsar la industrialización y ampliar el complejo productivo, el país podría alcanzar exportaciones anuales de entre 800.000 y un millón de toneladas, equivalentes a unos 250 millones de dólares en ingresos por año.
Las expectativas no solo se apoyan en la disponibilidad de superficie, sino también en el avance de las instalaciones y la tecnología. Para escalar hasta esas cifras, la cadena calcula que sería necesario contar con 50 plantas de procesamiento de 20 toneladas por hectárea o bien con 100 plantas de 10 toneladas por hectárea. Tal salto requeriría inversiones en nuevos polos industriales, infraestructura de almacenamiento y mejores soluciones logísticas para mantener la calidad del producto en todo momento.
FUENTE INFOBAE