Cómo ventilar correctamente nuestra casa para respirar aire limpio

Cocinar o simplemente vivir: muchas de nuestras acciones cotidianas deterioran la calidad del aire interior sin que lo notemos. Qué dice la ciencia y cómo mejorar el ambiente dentro del hogar.

Un número creciente de investigaciones demuestra que el aire interior puede estar incluso más contaminado que el aire exterior. Esta realidad, que muchas veces pasa desapercibida, tiene consecuencias directas sobre la salud respiratoria, cardiovascular y mental.

Según un artículo publicado en Environmental Health Perspectivesel hogar moderno concentra múltiples fuentes de compuestos químicos y partículas finas que se acumulan con facilidad si no hay buena ventilación. Estas sustancias pueden provocar desde molestias leves hasta enfermedades crónicas. Por eso, mejorar la ventilación y reducir las fuentes de contaminación es una prioridad silenciosa para el bienestar.

Cómo contaminamos el aire dentro de casa, sin saberlo

Una de las fuentes más comunes es la cocina. Un estudio citado por The Guardian indica que cocinar con gas puede liberar dióxido de nitrógeno (NO₂) y partículas PM2.5 en concentraciones mayores a las que se detectan en calles muy transitadas. Estos contaminantes están vinculados a mayor riesgo de asma, enfermedades cardiovasculares y daños pulmonares.

La exposición a contaminantes es especialmente preocupante en interiores, donde la ventilación suele ser limitada. (Foto: Adobe Stock).
La exposición a contaminantes es especialmente preocupante en interiores, donde la ventilación suele ser limitada. (Foto: Adobe Stock).

A esto se suman los productos de limpieza, ambientadores, pinturas y materiales nuevos. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) advierte que muchos de estos productos liberan compuestos orgánicos volátiles (COVs) que pueden irritar los ojos y la garganta y aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias. Incluso los muebles nuevos pueden liberar formaldehído, especialmente si están fabricados con ciertos tipos de madera prensada.

Otro problema frecuente es el exceso de humedad, que favorece la aparición de moho. Según la EPA, los esporas del moho pueden provocar alergias, asma y otras afecciones respiratorias. Y aunque menos visible, el humo de tabaco sigue siendo una fuente grave de contaminación del aire interior.

Qué recomienda la ciencia para ventilar bien

El primer paso para mejorar la calidad del aire en casa es permitir la renovación del mismo. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan abrir puertas y ventanas varias veces al día, especialmente durante y después de cocinar o limpiar, para permitir el ingreso de aire fresco y la salida de contaminantes acumulados.

También se sugiere el uso de extractores de aire en baños y cocinas, que ayudan a eliminar humedad y gases directamente hacia el exterior. En hogares con sistemas de ventilación mecánica (HVAC), es importante cambiar los filtros con regularidad y, si es posible, usar filtros de alta eficiencia (HEPA), según indica la EPA.

Mantener niveles de humedad entre el 30% y el 50% es otra clave, ya que previene el desarrollo de moho. El uso de deshumidificadores o ventilación cruzada puede ser útil en ambientes cerrados o en días húmedos.

Por último, la American Lung Association recomienda reducir el uso de productos con fragancias fuertes o de composición química compleja, y priorizar productos de limpieza naturales o certificados como “libres de COVs”.

Respirar mejor empieza por casa

Mejorar la calidad del aire que respiramos dentro de nuestras casas no requiere grandes inversiones. Requiere, sobre todo, conciencia. Saber qué productos utilizamos, cómo ventilamos los espacios y qué hábitos diarios estamos dispuestos a revisar puede ser un cambio simple, pero con alto impacto en la salud.

Como resume un artículo publicado por Environmental Health Perspectives, cuidar el aire interior es tan importante como combatir la contaminación urbana. Solo que, esta vez, la solución está literalmente en nuestras manos.

TN

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