María Corina Machado habló tras el secuestro de Juan Pablo Guanipa: “Tengo claro que el régimen me está buscando desesperadamente”
La líder opositora venezolana dialogó con Infobae horas después de la detención de uno de sus principales aliados políticos y de varios de sus colaboradores: “Es un acto de terrorismo de Estado”
Venezuela vivió este viernes una nueva ola de represión por parte del régimen de Nicolás Maduro. El secuestro de Juan Pablo Guanipa, uno de los colaboradores más cercanos de la líder opositora María Corina Machado, y la desaparición de varios activistas opositores, han puesto en evidencia, una vez más, el clima de persecución sistemática y terror de Estado que se vive en la Venezuela de Maduro.
Apenas unas horas después de que la dictadura chavista reconociera la detención de Guanipa y del resto de los colaboradores de Machado, la líder opositora venezolana dialogó con Infobae.
Durante la entrevista reconoció su “indignación por la injusticia”, destacó el “coraje” de su compañero de lucha, y reconoció que es consciente de que la dictadura también la está buscando a ella tras más de diez meses en la clandestinidad por la persecución del régimen.
“Lo más dramático es que no sabemos ni siquiera cuántos son (…) Cada hora que pasa tenemos una noticia de otro desaparecido, otro compañero secuestrado en todo el país”, comentó la líder de Vente Venezuela (VV) sobre la ola de detenciones de este viernes.
Según detalló, desde activistas con escasa militancia hasta figuras políticas prominentes están siendo sacados de sus casas o lugares de trabajo, en operativos violentos e irregulares. “Son castigados porque defienden el derecho de los venezolanos a ser libres y el mandato del 28 de julio”, explicó, en alusión al fraude electoral del año pasado en el que el chavismo se adjudicó la victoria en unos comicios ganados por amplio margen por Edmundo González Urrutia.
Entre los detenidos, Juan Pablo Guanipa representa una figura clave: ex diputado, dirigente del estado Zulia y compañero de ruta de Machado, fue capturado luego de diez meses en la clandestinidad. Antes de su secuestro, dejó un mensaje grabado en el que se despide con firmeza: “Si están leyendo esto es porque he sido secuestrado por las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro. Estoy injustamente preso, pero nunca derrotado”.
La operación Guacamaya y el desmoronamiento de la narrativa chavista
Machado opinó que esta nueva embestida represiva de la dictadura responde, en parte, a la reciente operación Guacamaya, que logró rescatar a los opositores refugiados en la embajada argentina en Caracas, burlando el cerco de seguridad más férreo del país. “Era el segundo edificio más resguardado de Venezuela después del Palacio de Miraflores”, afirmó. “Sacaron por la fuerza a los propietarios de todas las viviendas vecinas para instalar comandos con perros, drones, escuchas, y aún así, bajo sus narices, se logró el rescate”.
La operación dejó al régimen expuesto ante su propia inseguridad. “La represión es el último anillo que le queda a Maduro”, expresó Machado, quien consideró que lo ocurrido dejó “en evidencia su profunda vulnerabilidad”.
La respuesta del régimen fue, según la líder opositora, contradictoria y errática. “Un día dicen que fue una negociación, y simultáneamente allanan las viviendas de los rehenes liberados. Están desesperados. Y la desesperación no es buena consejera”.
La represión como respuesta al miedo
Para Machado, el secuestro de Guanipa y del resto de sus colaboradores “es un acto de terrorismo de Estado” que responde también a dos factores clave: la firmeza con la que Estados Unidos ha sostenido sus restricciones diplomáticas y comerciales en respuesta a las violaciones de derechos humanos, y la inminente “derrota” electoral del chavismo que, según adelantó la líder opositora, el próximo domingo sufrirá una masiva abstención en los comicios regionales convocados por el régimen.
“Están actuando con desesperación, porque saben que el domingo no habrá una elección legítima, sino una expresión del repudio popular (…) El pueblo está diciendo ‘yo no reconozco, no me obligas’. Eso los aterra”.
La persecución se ha convertido, además, en un mecanismo de intimidación interna. “Ellos no confían en nadie. No duermen tranquilos. Cambian constantemente de lugar”, reveló Machado, dando cuenta de un clima de paranoia dentro del régimen. Paranoia que aumentó tras la Operación Guacamaya.Mensaje que dejó grabado Juan Pablo Guanipa en caso de ser secuestrado por el régimen, como finalmente ocurrió hoy.
Guanipa, símbolo de firmeza moral
Durante la entrevista María Corina Machado se mostró muy conmovida y consternada por el secuestro de Juan Pablo Guanipa, a quien calificó como un “amigo, hermano, y compañero de lucha”.
“Si alguien tenía justificación para dejar la lucha era él. Perdió a su esposa hace un año, es padre de cinco hijos, tiene una nieta. Pero nunca abandonó. Me decía: ‘No te voy a dejar sola, porque esto lo hago por ellos, por mis hijos’”, reveló Machado.
Machado calificó su detención como un “acto de terrorismo de Estado” y recordó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha utilizado esta misma expresión, algo que no hacía desde las dictaduras militares del siglo XX. “Esto es brutal, y hay que llamarlo por su nombre”.
Para la dirigente, no hay dudas de que ella misma se encuentra en el centro del objetivo del régimen. “Evidentemente yo tengo clarísimo que ellos me están buscando a mí desesperadamente. Pero yo estoy donde tengo que estar. Que los venezolanos tengan la seguridad de que no estamos esperando, estamos actuando”.
La estrategia del régimen: miedo y represión
Mientras tanto, Nicolás Maduro insiste en justificar la represión como parte de una campaña para garantizar la seguridad del proceso electoral. En las últimas horas, el régimen anunció la captura de más de 50 supuestos mercenarios, incluidos ciudadanos extranjeros, que según el gobierno pretendían sabotear los comicios. El dictador sostuvo que algunos habían ingresado por Colombia y otros en vuelos comerciales, y que planeaban “actos terroristas”.
La medida fue acompañada por una resolución que restringe el acceso terrestre, marítimo y aéreo desde el viernes 23 hasta el lunes 26 de mayo, firmada por los ministerios de Defensa y de Interior y Justicia. Según el chavismo, estas restricciones buscan proteger la estabilidad nacional, aunque opositores y observadores internacionales las consideran parte del despliegue de control militar frente a la impopularidad del proceso electoral.
Más de 400.000 efectivos de las fuerzas del orden fueron desplegados en todo el país para asegurar un proceso que la oposición califica como una farsa. En paralelo, unos 21 millones de ciudadanos están habilitados para votar, incluyendo por primera vez a los habitantes del Esequibo, un territorio en disputa con Guyana.
Mientras la coalición opositora que respalda a Edmundo González —reconocido como presidente legítimo por varios países— ha llamado a la abstención, otro sector, encabezado por Henrique Capriles, ha optado por participar en las elecciones. La división opositora refleja la complejidad del escenario político actual, donde las estrategias difieren frente a una estructura autoritaria que controla el aparato institucional y electoral del país.
En este contexto, Juan Pablo Guanipa, desde su detención, dejó un mensaje final de esperanza: “Pronto llegará el día cuando los venezolanos iremos a las cárceles, no como secuestrados, sino para liberar a los presos políticos. Sigamos adelante. Solo los venezolanos podremos liberar Venezuela”.
Su carta de despedida, difundida desde la clandestinidad, resonó entre miles de venezolanos dentro y fuera del país. “No tengo certeza de qué me irá a pasar a mí en las próximas horas, días o semanas. Pero de lo que sí estoy seguro, es que ganaremos la larga lucha en contra de la dictadura”.
María Corina Machado destacó la “calidad ética” y el “coraje” de Guanipa para hacer frente a la dictadura, y concluyó: “Que nadie lo dude, esto es una demostración de un régimen que está en una fase terminal, que lo único que le queda es el terror”.
INFOBAE