Tensión por el precio del aceite: el Gobierno busca desactivar aumentos del 9% y postergarlos para junio
Después de haber dejado en suspenso la lista enviada ni bien se liberó el cepo, en mayo las empresas volvieron a la carga. Los supermercados resisten y en la Secretaría de Comercio preparan un encuentro para negociar
Tras la tensión generada el mes pasado, cuando las empresas aceiteras enviaron a los supermercados listas con aumentos de precios de entre 9% y 12% y las cadenas se negaron a aceptarlas, en mayo volvieron a la carga con sus intentos por aplicar los incrementos de precios. Sin embargo, las cadenas insisten en que no convalidarán estos porcentajes y cuentan con el fuerte apoyo del Gobierno, que prepara una reunión con las empresas para forzar una negociación.
Según confirmaron a Infobae fuentes de dos aceiteras, el secretario de Comercio e Industria, Pablo Lavigne, le transmitió a un representante de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) sus intenciones de organizar una reunión para dialogar sobre la situación del sector, sus costos, y la política de precios.
No se trataría de la primera vez que las autoridades intervienen en este conflicto privado. Ni bien se conoció la noticia de que las aceiteras habían enviado las primeras listas a los supermercados, fue el propio ministro de Economía, Luis Caputo, quien bajó línea mediante un posteo en la red social X. “Hoy los supermercados grandes rechazaron la mercadería con lista de precios nueva de Unilever yMolinos con subas de 9% a 12%“, escribió el 16 de abril. Y al día siguiente festejó el hecho de que la firma del Grupo Pérez Companc haya retrotraído los precios. ”Buena reacción. Y sobre todo, gran gestión de los supermercados, cuidando a sus clientes», remarcó Caputo.
“A través del coordinador de Ciara, se nos transmitió la intención de Lavigne de juntarse con el sector, por lo que esperamos una reunión para esta semana”, coincidieron en dos de las empresas aceiteras consultadas por este medio. Durante el fin de semana, según fuentes del sector comercial, el Gobierno intensificó su mensaje hacia los supermercados para que no acepten las nuevas listas de precios del 9%, por lo que las negociaciones entre proveedores y cadenas están más que tirantes.
No sucedió lo mismo con otros canales. Hasta las propias empresas reconocen que la primera lista de abril pudieron aplicarla en cadenas regionales más chicas y mayoristas. “Siempre como industria hemos estado expuestos al fideicomiso y a los controles de precios. Para nosotros, esto es gimnasia. Entendemos la situación y habrá que ver que piden patear un mes el aumento o revisar la pauta”, precisaron en una de las aceiteras.
Agregan en el sector que el aumento planteado “se requiere”, ya que “se venía con un atraso de márgenes en la cadena”. De hecho, algunas firmas ya tenían previsto subir un 5% antes de la modificación del régimen cambiario, pero la suba del girasol, principal insumo del aceite, y un tipo de cambio superior volvieron necesaria una actualización de precios superior, dijo el directivo de una empresa, al agregar que “al existir una banda de flotación, tiene que haber una decisión de a qué valor de tipo de cambio fijar los precios”.
Hoy la botella de aceite de girasol de 900 mililitros cuesta aproximádamente, según la marca, unos $2.500, mientras que la de 1,5 litros vale entre $4.000 y $4.300. Un aumento del 9% llevaría entonces el precio de la primera, a $2.725, mientras que en el segundo caso, las marcas más económicas superarían los $4.300.
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