Esta es la mejor forma de hacer deporte si tienes más de 65 años y problemas articulares

Mantener una vida activa es fundamental para no perder movilidad

Cumplir años pasa por trabajar para preservar el bienestar. Y es que, después de los 65 años, muchas personas comienzan a experimentar problemas relacionados con el dolor articular.

Según la Fundación Española de Reumatología (FER), el dolor en las articulaciones es una de las condiciones más comunes en los adultos mayores, lo que puede afectar significativamente la movilidad y la calidad de vida. No obstante, los expertos coinciden en que la inactividad no es la solución.

Por tanto, mantener una vida activa es fundamental para no perder movilidad. Ante esto, actividades como el pilates o la natación son algunas de las preferidas por los seniors. Sin embargo, hay otras mucho menos populares, pero que presentan grandes beneficios: una de ellas es andar en bicicleta.

Los grandes beneficios de andar en bicicleta

A diferencia de caminar o correr, el ciclismo no implica impactos violentos en las articulaciones, como las rodillas, los tobillos o las caderas. Esta actividad, ya sea en una bicicleta fija en el gimnasio o en un modelo eléctrico al aire libre, se caracteriza por un movimiento fluido y circular que moviliza los músculos sin causar molestias articulares. Esta dinámica de bajo impacto es especialmente beneficiosa para las personas que sufren de artrosis o rigidez articular.

De este modo, andar en bicicleta es una excelente manera de fortalecer las piernas, los glúteos y los músculos del tronco sin poner en riesgo las articulaciones. Además, al ser una actividad que permite un movimiento constante, ayuda a mantener la flexibilidad articular y mejorar la movilidad general. El fortalecimiento de los músculos alrededor de las articulaciones también contribuye a reducir el dolor y la inflamación, favoreciendo una mayor calidad de vida.

El ciclismo también es una herramienta efectiva para mejorar el equilibrio y la estabilidad, dos factores clave para prevenir caídas, una preocupación frecuente en las personas mayores. La estabilidad que proporciona este ejercicio ayuda a reducir el riesgo de accidentes, lo que es crucial para aquellos que experimentan disminuciones en su agilidad.

Además, el ejercicio físico en general, y el ciclismo en particular, estimula la circulación sanguínea, lo cual promueve la salud del corazón y el bienestar general. La mejora del flujo sanguíneo también puede aliviar la rigidez articular, reduciendo las tensiones en las articulaciones y facilitando su movilidad.

Qué debes tener en cuenta al andar en bici si eres mayor de 65 años

Para aprovechar al máximo los beneficios del ciclismo, es muy importante practicarlo en condiciones adecuadas. Por ello, el primer paso es seleccionar una bicicleta que se ajuste a las necesidades físicas de cada persona, garantizando comodidad y seguridad.

En este sentido, la elección de un modelo con el tamaño y la estructura adecuados es esencial. Además, es vital ajustar correctamente los componentes de la bicicleta, ya que un sillín mal colocado o un manillar demasiado bajo pueden generar dolores de espalda o empeorar lesiones preexistentes. De este modo, asegurarse de que todos los elementos estén bien posicionados antes de comenzar a pedalear es clave para evitar molestias y prevenir problemas a largo plazo.

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