¿Por qué tanta gente se come el kiwi con piel? ¿Es solo una moda pasajera o una tendencia saludable?
Cada vez más gente se come los kiwi con piel ¿tú también lo has notado? ¿es solo una moda o una tendencia saludable más? Si aún no has probado a comerte esta fruta, piel incluida, quizá te preguntas si realmente tiene sentido, si ¿es realmente necesario? o si ¿es tan beneficioso como dicen? Bueno, la respuesta es un rotundo sí, y hoy vamos a desentrañar por qué esta práctica está ganando popularidad.

El kiwi: una bomba nutricional
El kiwi, esa pequeña fruta con un interior verde brillante y una textura suave, es más que una delicioso tentempié. Muchos estudios avalan el poder nutricional y sanitarios asociados al consumo de esta fruta tropical; y es que, no solo es una explosión de sabor, sino también una fuente de nutrientes que puede competir con los superalimentos más conocidos. Rico en vitamina C, fibra y antioxidantes, el kiwi es un excelente aliado para la salud digestiva, el sistema inmune y la piel. Pero si lo que realmente te interesa es sacarle el máximo provecho a este pequeño manjar, entonces no puedes pasar por alto su piel.
La piel de kiwi
Lo primero que debes saber es que la piel del kiwi es comestible. Y aunque muchas personas se deshacen de ella, cada vez más nutricionistas recomiendan no tirar esta parte de la fruta. La razón principal es su impresionante aporte nutricional: contiene niveles significativamente más altos de fibra y antioxidantes que la pulpa.
De hecho, algunos estudios señalan que la piel de ciertas frutas, entre las que se encuentra el kiwi, puede aportar hasta un 50% más de fibra que el interior de la fruta y concentraciones mucho mayores de antioxidantes, compuestos clave para proteger al cuerpo del daño causado por los radicales libres, lo que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares.
La nutricionista Julianna Hever, especialista en alimentación basada en plantas, destaca en su libro The Healthspan Solution la importancia de consumir las frutas enteras, incluida la piel, ya que así aprovechamos al máximo sus nutrientes. Según explica, esto puede ayudarnos a mejorar la digestión y a mantener un equilibrio saludable de antioxidantes en el cuerpo.
Por su parte, el Dr. Roger Harris, autor de The Fruit Bowl, profundiza en los beneficios de la piel del kiwi. Señala que es especialmente rica en fibra insoluble, un nutriente clave para cuidar la salud intestinal y proteger nuestras células frente al daño oxidativo. Además, explica que esta fibra contribuye a regular el colesterol, favorece el tránsito intestinal, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y promueve una flora intestinal saludable. Todo esto no solo mejora la digestión, sino que también aumenta la sensación de saciedad.
Más allá de la fibra y los antioxidantes
A lo largo de los años, los estudios han demostrado que la piel de kiwi es una fuente significativa de vitamina E y ácidos grasos omega-3, dos elementos que no solo son esenciales para la salud celular, sino que también ayudan a reducir el riesgo de inflamación crónica en el cuerpo. En pocas palabras, al comer kiwi con piel, no solo estamos dándole un extra a nuestra digestión, sino también a nuestra salud cardiovascular y nuestra piel.
¿Es la piel del kiwi segura?
Quizá te preguntes si la piel del kiwi es segura para comer. La respuesta es sí, siempre y cuando la laves bien. Como con cualquier fruta, es esencial eliminar cualquier residuo de pesticidas o suciedad. Se recomienda lavar el kiwi bajo agua corriente antes de consumirlo para garantizar que esté limpio. Si prefieres un toque extra de seguridad, puedes optar por kiwis ecológicos libres de residuos y pesticidas.
La textura y el sabor
La piel del kiwi tiene una textura algo rugosa y ligeramente amarga, lo que puede desanimar a algunos. Pero aquí viene el truco: la textura de la piel complementa la suavidad de la pulpa. Así que un buen truco es cortarlo en rodajas, de modo que termines comiendo menos piel y más pulpa. Otra buena idea es incluirla en batidos, para que, al licuar la piel, no la notes mucho. Pero, si eres de los que no pueden con la idea de comer piel, te recomendamos comenzar con los kiwis amarillos, que no tienen una piel tan áspera, rugosa y peludita. Con el tiempo, te acostumbrarás a su sabor único y a su textura crujiente.
La piel del kiwi no para todos: Las personas con antecedentes de cálculos renales deberían evitar la piel del kiwi, ya que contiene una alta cantidad de oxalatos.
No solo una moda pasajera
Comer kiwi con piel no solo es una forma de reducir el desperdicio de alimentos, sino que también puede ser una excelente estrategia para mejorar tu salud digestiva, aumentar tu ingesta de fibra y combatir el envejecimiento prematuro gracias a sus antioxidantes. Aunque puede que no todos estén listos para abrazar esta tendencia de inmediato, la ciencia respalda los beneficios que ofrece la piel del kiwi. Así que, la próxima vez que tengas un kiwi en la mano, piensa en todo lo que estás dejando pasar si decides pelarlo.
(PETIT CHEF)