El director de PAMI de Santa Cruz, denunciado por pedir sobornos, se reunió con Martín Menem

Sergio Torres, jefe del PAMI en Caleta Olivia, denunció penalmente al titular del partido libertario Jairo Guzmán por solicitar aportes partidarios a una médica auditora. El también jefe provincial del organismo dio muestras claras de discriminación y odio cuando posteó en redes sociales una bandera de la comunidad LGTB en llamas. A pesar del escándalo, el funcionario fue recibido esta semana en el despacho del titular de la Cámara de Diputados.

Jairo Henoch Guzmán tiene algo más de 40 años, proviene de una familia de fe evangélica y desde 2012, según los registros de AFIP, se dedica a la venta de indumentaria y calzado en Río Gallegos. 

No tuvo militancia política hasta que Javier Milei llegó a su vida a través de la televisión y se enroló en las filas de La Libertad Avanza. Eran pocos los libertarios santacruceños por entonces, por lo que no fue difícil para él llegar a comandar a la fuerza política de la provincia sureña con el aval constante de Martín Menem

En diciembre de 2023, fue Jairo Guzmán quien, tras la victoria de La Libertad Avanza, designó en puestos clave a sus militantes más fieles. Él mismo se quedó con un sitio con «caja», la dirección provincial del PAMI. Pero empezaron a surgir dos problemas: el primero es que no contaban con suficiente militancia como para cubrir todos los cargos; y el segundo es que además, no todos tenían la formación imprescindible para cubrir algunos roles clave y específicos, sobre todo los relacionados a la salud. 

A menos de un año, los primeros días de noviembre de 2024 estalló el primer escándalo y fue en Caleta Olivia. Al frente del PAMI de esa localidad habían nombrado a Sergio Torres, que se desempeñó en el cargo sorteando recortes y reclamos de los jubilados de la localidad. 

A mediados de octubre a Torres le recomendaron a una médica auditora de probada experiencia para cubrir un puesto aún vacante por falta de personal idóneo. Cuando cumplió con la organicidad partidaria impuesta por Guzmán, y le avisó del nombramiento, lo primero que hizo el joven zapatero al frente del partido fue preguntarle “¿Te la recomendaron?” para inmediatamente advertirle: «Estos lugares son para gente nuestra. Tiene que colaborar con el alquiler, acordate». Concluyó con un «tiene que responder en el trabajo también», casi por añadidura y como algo secundario. 

Porque lo primero que reclamó fue el aporte al partido. Dinero. Un porcentaje del sueldo de la médica para la militancia. Porque al fin y al cabo lo que a Guzmán parece solo importarle no es la idoneidad de una médica que debe atender ancianos, sino que es suficiente con que responda políticamente. 

Y como si fuera poco, al texto le agregó un audio:  «Yo no me voy a poner el curriculum de un médico, tiene que responder al partido, acordate lo que te dije, tiene que poner para lo que estamos trabajando, como todos y ese es tu trabajo ver como le vas a hablar y además, tiene que responder políticamente, vos le pedís una cosa y tiene que responder, es así de simple, sino vamos a seguir teniendo problemas». 

“Soy una profesional formada con la especialidad en auditoría médica, tengo trayectoria y soy muy conocida en mi ciudad”, sostuvo la doctora. Guzmán decidió despedirla y la misma suerte corrió Torres. 

El 7 de noviembre el exfuncionario convocó a conferencia de prensa, donde expuso el caso y mostró lo dicho por la doctora, cuya identidad permanece en reserva: “El destrato de ayer, no me pasó nunca. Primero haciéndole una designación por un cargo administrativo a una profesional de mi calidad formativa, es algo no visto, pero que además me manden a sobornar pidiéndome un porcentaje de mi sueldo, es un delito! Pedirme que me calle la boca y no te moleste por teléfono, ningunearme preguntándote de donde me sacaron, en mi primer día de trabajo?», dijo la mujer.

Pero además se presentó en el Juzgado de Instrucción Nº 1 donde formalizó una denuncia penal contra Guzmán, acusándolo de solicitar aportes partidarios a una médica auditora a cambio de mantener su empleo. 

Torres aseguró que no busca recuperar su puesto, sino poner en evidencia la conducta de Guzmán y proteger a los afiliados del PAMI. “Me mueve el afiliado porque es al que perjudica, con un gran destrato”, afirmó junto a un grupo de jubilados de Caleta Olivia que lo apoyaron. El argumento de Jairo Guzmán es que el despido de Torres se produjo «por razones de reorganización funcional».

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