Los hermanos Milei y la idea de gestionar sin ministerios
Al manejo del poder entre el presidente y su hermana se le suma el uso de decretos y el veto a leyes que le disgustaron. Las críticas directas a la actividad parlamentaria fueron una constante en el primer año de mandato libertario.
Hace unos días, Javier Milei cumplió su primer aniversario como presidente de la Nación, en un año signado por un fuerte recorte en la administración y una importante reducción en el gabinete. Como había prometido en campaña, con el famoso video sacando los carteles con los nombres de los ministerio de Alberto Fernández y gritando “¡afuera!”, la gestión libertaria quedó marcada por una poca cantidad de carteras, pero con la centralización del poder en la Presidencia.
De la mano de Karina Milei, el gobierno expandió la estructura de la Presidencia con la creación de tres nuevas secretarías y sumando un total de 222 cargos, a pesar de su filosofía de “no hay plata” y del ajuste en los organismos estatales.
Entre las secretarias se destacan la Secretaría General, a cargo de Karina; Legal y Técnica, que dirige Javier Herrera Bravo; Comunicación y Medios, que comanda Manuel Adorni con una megaestructura; Prensa, con Eduardo Serenellini; Planeamiento Estratégico Normativo, que conduce María Ibarzabal Murphy; y Cultura, con Leonardo Cifelli. A esto hay que sumarla la SIDE (Sergio Neiffert) y el Consejo de Asesores, que encabeza Demian Reidel.
Con este esquema de trabajo, Milei se asegura que todas las decisiones importantes pasen directa o indirectamente por el ala de su hermana Karina, o como él le dice, “El Jefe”. Entre secretarías y subsecretarías, Presidencia alcanzó este año 25 casilleros, mientras que Capital Humano llegó a 20, y Seguridad a 12.
Las otras nueve áreas son: Jefatura de Gabinete (Guillermo Francos); Relaciones Exteriores (Gerardo Werthein); Defensa (Luis Petri); Seguridad (Patricia Bullrich); Economía (Luis Caputo); Justicia (Mariano Cuneo Libarona); Salud (Mario Lugones); Capital Humano (Sandra Pettovello); y Desregulación y Transformación del Estado (Federico Sturzenegger).
“El tamaño de la estructura de Presidencia es superior a dos ministerios que tienen despliegue territorial nacional como Capital Humano y Seguridad, y que, en el caso del primero, concentra las funciones de tres ministerios en uno (Trabajo, Educación y Desarrollo Social)”, destacaron en un informe del Observatorio de las Elites, que elabora el Centro de Innovación de las Trabajadoras y los Trabajadores (CITRA), una unidad ejecutora con doble dependencia del Conicet y la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
En el trabajo afirman que en la gestión de Alberto Fernández, aún con una estructura de gabinete que era un 34% mayor (18 ministerios contra los 8 vigentes), el peso de Presidencia de la Nación bajo su mandato era solo del 4% del total. “Si bien es cierto que, con la reducción de ministerios, secretarias y subsecretarias, las jurisdicciones en el gobierno de Milei incrementaron su peso en el total, no guarda ninguna relación el crecimiento de la estructura de las secretarías de Presidencia”, destacan en el escrito elaborado por Ana Castellani y Pablo Salinas.
“Es interesante observar cómo se ha concentrado más poder en el área en general y en las secretarías General y de Comunicación y Medios, en particular”, señalan en el informe. En el caso de la Karina, desde que asumió sumó el área Cultura, que antes dependía de Capital Humano, y la agencia para la promoción de inversiones que estaba bajo el ala de Cancillería. En el caso de Manuel Adorni, unas de las estrellas del año de La Libertad Avanza, pasó de una subsecretaría a una secretaría con el control, por ejemplo, de la ex agencia Télam y Contenidos Públicos.
Cabe mencionar estos dos sectores porque reúnen buena parte de los 222 cargos mencionados. En el caso de Secretaría General son 90, mientras que en Comunicación y Medios son 54. Por su parte, Cultura cuenta con 64 funcionarios entre direcciones y el área de coordinación, entre otras.
En el plano normativo, la gestión libertaria utilizó en muchas oportunidades los Decretos de Necesidad y Urgencia para la modificación de normas a su gusto. En dos oportunidades utilizo el veto a dos leyes sancionadas por el Congreso y que generar una fuerte reacción opositora: primero con la reforma de la movilidad jubilatoria y luego con el financiamiento universitario.
Mientras su estructura crece, Karina Milei es la gran encargada de la estrategia política del oficialismo pensando en las elecciones legislativas. La hermana del presidente asumió la titularidad del partido a nivel nacional y desde hace unos meses comenzó una recorrida por las provincias, acompañada por su vice y presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem.
Con el objetivo puesto en la Ciudad de Buenos Aires, donde recientemente se anunció el desdoblamiento de las elecciones, desde Casa Rosada no destacan una posible candidatura de Karina y Adorni, ambos con roles centrales en el armado y la comunicación del gobierno de Javier Milei.
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