Burla» a la fe cristiana: Granados se defendió tras las reacciones al pesebre de Olga: «Nadie está obligado a verlo»
El conductor del canal de streaming optó por dar la espalda a las críticas y sostuvo que su producto «no es del Estado», por lo que invitó a no mirar el canal a aquellos que no les guste ese tipo de humor.
El polémico sketch realizado por el canal de streaming Olga donde emulan un «pesebre viviente» sigue generando revuelo en redes sociales y en las diferentes figuras mediáticas que decidieron opinar, tales como Tomás Dente, Yanina Latorre, Augusto «Tartu» Tartúfoli y hasta Eduardo Feinmann.
Tras recibir severas críticas de los internautas y del público en general, Migue Granados agarró el guante y decidió responder dando la espalda a las opiniones provenientes de personas religiosas: «Para la gente que nunca lo vio, la gente que lo vio ya le gusta… no hay nada que explicar, en todo caso, cuídense y tengan cuidado», comenzó diciendo al aire de Olga, en defensa de «Mi primo es así», el ciclo que realizó el controversial sketch.
Y continuó: «Para la gente que nunca lo vio, es un gran programa, muy lindo y muy acertado todo. Nunca pifian en nada, nunca hace falta pedir perdón, está todo muy bien», señaló irónico. «Recordemos algo, nuestra comunidad ya lo sabe: esto es un canal de YouTube, no es un canal del Estado, no es un canal de aire, que es lo que sí o sí podés ver solamente. Esto es un canal de YouTube que hicimos nosotros, para romper las bolas con nuestra gente, con los códigos que querramos y divertirnos», se defendió.
«No tenemos jefe, le hablamos a nuestra comunidad y es un canal de YouTube. Nadie está obligado a verlo. No es lo único que agarra una antena o es un canal del Estado. Hay youtubers que muestran cómo se limpian armas, hay youtubers que muestran cómo se rompe un candado… Listo, basta», concluyó su descargo.
Por supuesto, el descargo del streamer no convenció a los internautas, por lo que algunos aseguraron haber denunciado el video en cuestión e, incluso, haber dejado de seguir al canal, tras considerar lo sucedido «una burla» a la fe cristiana.