Habló la nena de 10 años gaseada por la policía en el Congreso: «No podía ver ni respirar»

Fabricia dio detalles de la brutal represión que sufrió en el Congreso tras la aprobación del veto a la movilidad jubilatoria.

La nena de 10 años que fue gaseada por la policía en el Congreso tras la aprobación del veto a la movilidad jubilatoria dio detalles de la brutal represión que sufrió.

«No podía ver ni respirar», aseguró Fabricia durante una entrevista con C5N. «Nos tiraron vas pimienta a mi mamá ya mi y nosotras no había echo nada, era una manifestación pacífica, no le pegamos a nadie ni insultamos a los policías», describió.

La nena aseguró que fue con su mamá a la marcha porque quería defender a los jubilados. «Fue una experiencia nueva todo lo que pasó, fuimos después de ver la votación que salió negativa, nosotras quisimos ir a defenderlos».

«Incluso en el video que se vio en las noticias muestran como los policías señalan, no sé por qué hicieron eso. Yo cerré los ojos muy tarde porqué no sabía que me iba afectar así», agregó Fabricia.

Este jueves, se difundió en las redes sociales otro video, filmado desde atrás del cordón policial. Allí se observa un segmento de la nube rojiza lanzada por la presunta manifestante, cuyo rostro no es captado. También cómo ese polvo afecta a un policía federal, que se resguarda detrás del cordón, y a una manifestante joven, que se limpia el rostro con el antebrazo y le pide a la policía que no avance sobre la madre y su hija de 10 años, que desde antes que comenzara esa secuencia estaban sentadas y abrazadas sobre el asfalto, junto a dos hombres, uno con muletas.

Pero lo que se aprecia con claridad es que, inmediatamente después del polvo rojizo, la Policía Federal avanza sobre los manifestantes: la primera línea con escudos y la segunda con los aerosoles de gas pimienta. Y que uno de los uniformados, de pie junto a la madre y la hija sentadas en el asfalto, decide apuntar hacia abajo y, a escasos centímetros, lanza una descarga continua sobre las cabezas de las mujeres. No solo eso, mueve el aerosol de arriba a abajo, varias veces, con lo cual la descarga impregna rostros, sienes y nucas de la madre y la hija. Luego, vuelve a apuntar hacia arriba el aerosol, para dirigir el spray hacia los manifestantes.

«Yo empecé a gritar porque no podía ver, no podía respirar de los nervios y no escuchaba a mi mamá. Me asuste y me puse nerviosa. Me ardía toda la cara», relató Fabricia.

Comentarios (by Facebook)