Una diputada libertaria amenaza con romper el bloque tras el escándalo por la visita a Astiz

Rocío Bonacci acusó a Beltran Benedit de haber hecho una invitación engañosa para reunirse con genocidas: «nos dijeron que era para tomar contacto con el sistema penitenciario».

El escándalo por la visita de seis diputados de La Libertad Avanza a Alfredo Astiz y otros represores que cumplen condena en el penal de Ezeiza por delitos de lesa humanidad, puso al bloque al borde del quiebre.

Fuentes libertarias contaron que la diputada Rocío Bonacci está furiosa con Martín Menem y Gabriel Bornoroni a quienes les reprocha no conducir el bloque y hacerse los desentendidos cuando explotan los escándalos. «Lo único que les interesa es cuidarse el culo», dijeron.

El entrerriano Beltran Benedit fue el impulsor de la visita el pasado jueves 11 de julio. Un día antes del encuentro, el diputado envió un mensaje ambiguo al grupo de WhatsApp del bloque invitando al penal de Ezeiza «a visitar a los presos» y aclaró que sería «una visita humanitaria desde la política».  

Los cinco diputados que acompañaron a Benedit recién se enteraron que iban a juntarse con Astiz y compañía en la ruta. «Si venía en mi auto, me pegaba la vuelta», dijo uno de los asistentes en shock mientras escuchaban los nombres que iban apareciendo.

En el penal, la diputada Rocío Bonacci se negó a participar de la reunión y a sacarse la foto en la que posó el resto de la comitiva con los genocidas. Supuestamente, la postal iba a acompañar el comunicado oficial que Benedit tenía pensado publicar sin medir la gravedad de sus acciones.

Con el escándalo estallado, Bonacci explicó que «la única motivación que me llevó a realizar dicha visita, de acuerdo a los términos en los que se me cursó la invitación a participar de la misma, fue la de tomar contacto directo con el sistema penitenciario federal y constatar concretamente la situación actual del referido complejo».

«No tuve intención de concretar, ni concreté, visita o contacto alguno con internos de dicho complejo procesados y/o condenados en causas por delitos de lesa humanidad», prosiguió y explicó que «cuando advertí que otros legisladores tomarían contacto con los condenados en causas por delitos de lesa humanidad, decidí mantenerme totalmente ajena a tal situación; incluso, se tomaron fotografías de dicho encuentro -que no tengo en mi poder-, imágenes en las que no figuro, por no haber participado».

LPO.-

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