El arzobispo García Cuerva en San Expedito: “Muchachos, no se aumenten los sueldos”

Tal como ocurre todos los 19 de abril, ayer se llevó a cabo la tradicional celebración en el santuario de San Expedito, ubicado en la esquina de Bartolomé Mitre y Azcuénaga, en el barrio de Balvanera.  

El arzobispo de Buenos Aires monseñor Jorge García Cuerva, afirmó: “Los argentinos estamos viviendo momentos complicados. Le pedimos a San Expedito que nos agarre de la mano. Estamos haciendo un esfuerzo muy grande todos. Por eso, muchachos, no se aumenten los sueldos, no se aumenten los sueldos”, en claro mensaje a la política en general, porque solo esta semana en el Senado votaron, en apenas 50 segundos y sin decir de que se trataba, una millonaria mejora en las dietas, y también el Gobierno elevó rangos y sueldos de Karina Milei, el vocero presidencial Manuel Adorni y otros funcionarios.

“Uno ve que cada uno le va poniendo el lomo a la situación, los abuelos, que eligen comer algo menos para comprar los remedios, los papás con los útiles escolares, algunos otros que buscan más laburo. Hagamos todos el esfuerzo. No perdamos la esperanza. Todos a sacar adelante el país”, dijo García Cuerva.

Desde temprano los fieles se acercaron a la iglesia en un gran número para pedir y agradecer al patrono de las causas justas y urgentes. En este sentido, la larga fila de peregrinos se extendió sobre la calle Azcuénaga, mientras que los tradicionales puestos de venta de imágenes, rosarios y velas se instalaron a lo largo de la calle Bartolomé Mitre. En tanto, un pequeño escenario montado en el cruce de ambas arterias sirvió para que los feligreses participaran de las eucaristías que se realizaron a cada hora, y recibir bendiciones por parte de los párrocos que participaron del encuentro religioso.

Advertencia de la Iglesia sobre la situación social: «Avanza la pandemia del narco»

Los principales obispos del país emitieron un comunicado en el que hablan de la “silenciosa” incursión del narcotráfico en la sociedad. Además, criticaron al Ministerio de Capital Humano por su gestión: “Asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con consenso”. Y ampliaron: “Cierran comedores comunitarios por falta de asistencia”. Los ejes de conflicto con la Casa Rosada.

“En el actual contexto económico y social argentino, es fundamental sostenernos en esa alegría, una alegría profunda y duradera, la que nace del encuentro con el Señor. Es una alegría que nos libera de la desesperanza y del desaliento, evitando transformarnos en profetas de calamidades que solo desparraman pánico y angustia”, expresaron al inicio de la carta.

El narcotráfico y «los pobres como material de descarte»

Pero los obispos, que forman parte de la Asamblea Plenaria del Episcopado, identificaron “situaciones que atentan contra la dignidad infinita de la persona humana, como, por ejemplo: avanza la pandemia silenciosa del narcotráfico, que utiliza a los pobres como material de descarte, que promueve el sicariato, que seduce con dinero manchado de sangre a miembros del ámbito político, de la Justicia y del mundo empresarial”.

Y agregaron: “A muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos, porque la jubilación no alcanza; cierran comedores comunitarios por falta de asistencia y muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día; se ataca la vida inocente que no ha nacido, y, a la vez, la igualmente sagrada vida de millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación”.

En otro tramo de la misiva ya apuntaron directamente contra la política social y, sin nombrarla, a Sandra Pettovello, la titular de Capital Humano. “Asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos; también familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos; hermanos que pierden su trabajo, que sienten que su vida está de sobra, y que no pueden poner el hombro en la construcción de la Patria”, afirmaron.

La relación de la Iglesia con el Gobierno comenzó a tensarse cuando Capital Humano, con Pettovello y Pablo de la Torre, frenó el envío de comida y dispuso auditar los comedores. Ante eso hubo pedidos de los obispos para dar marcha atrás.

LT / PERFIL.-

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