De una república clerical a una militar: los cambios internos de Irán que se trasladan al conflicto con Israel

El inédito ataque masivo reabrió un escenario de guerra regional. Crece la influencia de los Pasdaran, la Guardia Revolucionaria Islámica.

Irán puso sus defensas aéreas en alerta máxima. El inédito ataque a Israel con misiles y drones dejó a la región al filo de una guerra abierta, en un país que está mutando de una república clerical a otra de indudable influencia y poder militar.

Los Pasdaran, los cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, una rama de las Fuerzas Armadas creadas tras la Revolución de 1979 para custodiar el sistema político interno, tienen cada vez más dominio en los círculos de decisión. Sus 125.000 miembros, divididos en fuerzas terrestres, aéreas y navales, tienen hoy igual o más peso que el férreo control religioso emanado por el líder supremo, Ali Jamenei.

“Hay un proceso de ´Pasdaranización´ de la política iraní. Los Guardias Revolucionarios tienen cada vez más poder. En una república teocrática, los Pasdaran comienzan a tener un poder relevante”, resumió a TN el director del programa de Medio Oriente de la Universidad Católica Argentina (UCA),Paulo Botta.

Alerta máxima y eventuales blancos de un ataque israelí

Desde la visión de las potencias occidentales, Irán está aislado a nivel internacional. Pero la realidad es que cuenta con el apoyo clave de Rusia, al que le provee drones para su guerra en Ucrania. Además, mantiene estrechos vínculos con China. Con ambos países integra el grupo de los Brics, al que el gobierno de Javier Milei renunció formalmente integrarse a fines de diciembre. Allí están también Arabia Saudita, Brasil, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, India y Sudáfrica.

Irán puede estar aislado, pero su influencia en la región es tan palpable que puso a Medio Oriente al borde de un estallido total.

Manifestantes ondean una enorme bandera iraní en su reunión antiisraelí frente a la plaza Felestin (Palestina), en Teherán, Irán, el lunes 15 de abril de 2024. (Foto AP/Vahid Salemi)
Manifestantes ondean una enorme bandera iraní en su reunión antiisraelí frente a la plaza Felestin (Palestina), en Teherán, Irán, el lunes 15 de abril de 2024. (Foto AP/Vahid Salemi)Por: AP

Hasta ahora, hizo uso de sus grupos proxy (Hezbollah en Líbano; Hamas, en Gaza; los hutíes, en Yemen, y las facciones chiítas de Irak y Siria) para atacar en forma indirecta a Israel. Pero ahora todo cambio. El masivo ataque contra territorio israelí, frustrado por el sistema de defensa de Israel y de sus aliados en la región, cambió el escenario de guerra.

Hoy, Irán es un blanco israelí. No se trata de saber si Israel responderá al ataque, sino cuándo. Y cuál sería, en ese caso, la reacción iraní.

Por lo pronto, Teherán está hoy en alerta máxima. Teme que la fuerza aérea israelí ataque a los “sofisticados sistemas de defensas” de los sitios nucleares iraníes, tal como los definió The Jerusalem Post. Pero los blancos podrían extenderse al reactor de agua pesada en Arak, la planta de conversión de uranio cerca de Isfahán, los reactores de investigación en Bonab, Ramsar y Teherán, y otras instalaciones armamentísticas. Y ni hablar de sus ricos pozos petroleros.

Las plantas nucleares son la piedra angular del proyecto militar iraní, más allá de que se empeñe en afirmar que su política atómica tiene solo fines civiles. A fines de febrero, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que depende de la ONU, advirtió que las reservas de uranio enriquecido del gobierno iraní son 27 veces superiores al límite acordado por un acuerdo internacional de 2015.

Qué está pasando hoy en Irán

Hoy los iraníes observan cómo una guerra está tocándole la puerta, en una sociedad que se aleja cada vez más de la participación electoral ante el avance conservador que barrió al ala reformista. De hecho, solo el 45% del padrón viene sufragando en las elecciones legislativas de 2020, las presidenciales de 2021 y la de la asamblea de expertos de este año.

La abstención es reflejo de la desconfianza hacia el sistema político. “Es tan cerrado y endogámico que en realidad más que votar hay que elegir entre lo que el propio sistema ha aprobado. No hay posibilidad de que las elecciones sean un camino por el cambio. Los ámbitos reformistas han dejado paulatinamente de participar o se les ha evitado que participen en instancias electorales. Las fuerzas conservadoras dominan la escena. El gran debate no es entre conservadores y reformistas, sino entre clérigos y Pasdaran”, dijo Botta.

Esta situación contrasta con las demandas de un sector importante de la sociedad, que ganó las calles en los últimos años con protestas que motorizaron en muchos casos las mujeres iraníes tras la muerte de una joven arrestada por la “policía de la moral” por llevar en forma incorrecta el velo obligatorio. La víctima, Mahsa Amini, se convirtió en símbolo de la resistencia iraní.

“Hay una creciente demanda para modificar el sistema. La mayoría de la población es joven, que es cada vez más laica y no se siente identificada con los esquemas de la República Islámica. Por ello, hay una mayor tensión entre las autoridades y la mayoría de la población”, explicó el analista.

Un modelo de misil desplegado durante celebraciones populares por el ataque a Israel (Foto: Reuters)
Un modelo de misil desplegado durante celebraciones populares por el ataque a Israel (Foto: Reuters)Por: via REUTERS

A esta situación se le agrega la crisis económica, agravada por actos de corrupción y las sanciones internacionales impulsadas por Estados Unidos y la Unión Europea por su política nuclear, y un deteriorado cuadro social. “La estructura de la República Islámica no refleja las demandas sociales”, indicó Botta.

Hoy, Irán está sentado en su propio polvorín y bajo amenaza de una represalia israelí. Teherán no solo tiene problemas externos, sino también conflictos internos que se reflejan en un área muy inestable, con algún tipo de insurgencia, en las fronteras con Afganistán y Pakistán, así como tensiones en el Cáucaso que repercutieron en la difícil relación con su vecino Azerbaiyán y en el Golfo Pérsico.

“Hay una situación muy tensa y eso podría ser la principal causa para evitar que Irán se embarque en un conflicto regional abierto con Israel. Pero si algo demostraron los Pasdaran es que están más que dispuestos a cruzar esas líneas rojas del sistema regional. Habrá que ver qué es lo que terminan priorizando”, concluyó Botta.

TN

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