Un río subterráneo podría estar evitando el colapso de Centroamérica
La configuración del planeta sigue teniendo grandes vacíos para los científicos que intentan comprender cómo es que los continentes se mantienen por encima del nivel del mar. Durante mucho tiempo los geólogos creyeron que las placas tectónicas se mueven gracias a la consistencia de la astenósfera, pero un nuevo estudio ha revelado que podría no ser de esta forma gracias al descubrimiento de un río subterráneo que evita que parte de Centro y Sudamérica colapse hacia el fondo del mar.
Redescubriendo la astenósfera
La composición de la Tierra no es tan simple y ha llevado a los geólogos a seguir pistas para estructurar una teoría de cómo es que funciona. Sabemos que el centro de la Tierra es de metal líquido que está en constante movimiento, pero toda la energía ahí contenida tiene que escapar por algún lado y así lo hace, a través de las placas tectónicas que se han encargado de liberar la energía del centro de la Tierra. No obstante, el cómo lo hacen es la verdadera pregunta.
Se creía que una capa blanda y caliente conocida como astenósfera que se ubica debajo de la litósfera, fungía como una especie de lubricante de las capas de la Tierra. Es decir, que gracias a esta capa blanda, las placas tectónicas eran capaces de desplazarse. Pero una investigación ha encontrado que no es precisamente la poca dureza de la astenósfera la que permite el desplazamiento de placas, sino que es el movimiento de la propia astenósfera que fluye vigorosamente y se comporta como un río de rocas, la que permite el movimiento tectónico.
Los investigadores descubrieron un río de rocas calientes que cruza en las profundidades subterráneas desde el Océano Pacífico hasta la masa continental de América Central y se expande hacia el medio del Mar Caribe. Este río subterráneo sería el responsable de mantener a Centroamérica por encima del nivel del mar, sin él probablemente la masa continental estaría en las profundidades de las aguas marinas.
“Sin el apoyo adicional generado por este flujo en la astenósfera, partes de Centroamérica todavía estarían por debajo del nivel del mar. Los océanos atlántico y pacífico estarían conectados sin necesidad del canal de panamá”, explica Lorenzo Colli del Departamento de Ciencias Atmosféricas y de la Tierra.
Un río de rocas calientes
Gracias a la astenósfera se comporta como un río de rocas calientes, algunas de las superficies continentales que observamos hoy en día, se mantienen en pie y no han colapsado por debajo de las aguas.
Para ejemplificarlo, el geólogo Jonny Wu y coautor del estudio lo explica de forma muy clara, diciendo que bien podríamos pensar “en las placas moviéndose como un disco de hockey de aire y siendo lubricadas desde abajo”. Esto es lo que antes se creía, sin embargo, lo que encontraron “es que la mesa de air hockey está imponiendo sus propias corrientes en el disco que se mueve, creando un movimiento de abajo hacia arriba que no ha sido bien reconocido y que se está cuantificando aquí”.
Según la investigación, la astenósfera se mueve significativamente en un promedio anual de 15 centímetros, lo que es tres veces más rápido que el movimiento de las placas tectónicas. Este hallazgo podría transformar la manera en que los geólogos leen la configuración planetaria y la ciencia tectónica.
Referencias: Chen, YW., Colli, L., Bird, D.E. et al. Caribbean plate tilted and actively dragged eastwards by low-viscosity asthenospheric flow. Nat Commun 12, 1603 (2021). DOI | ECOOSFERA.