Jair Bolsonaro y Lula de Silva empezaron la campaña electoral más polarizada en décadas en Brasil
El expresidente corre con ventaja en las encuestas, aunque el actual achicó la distancia. La primera vuelta se realizará el 2 de octubre.
Brasil empezó oficialmente la campaña electoral para las elecciones presidenciales que se desarrollarán el 2 de octubre. Serán meses de alto voltaje, marcados por una polarización no vista desde hace décadas en el gigante sudamericano. Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva son los principales protagonistas de esta disputa.
Según algunas encuestas, Bolsonaro pudo recortarle distancia a Lula, quien lo aventajó durante todo el año por más de 10 puntos. Las “buenas noticias” que tuvo el actual presidente por la baja de inflación y los planes sociales que impulsó para inyectar dinero en los bolsillos lo empujaron a achicar el margen.
En este contexto, Bolsonaro lanzó su campaña con una convocatoria en la misma esquina en la que fue apuñalado en la campaña de 2018, en el estado de Minas Gerais: “La ciudad donde renací”, dijo en la apertura de su discurso cargado de declaraciones patrióticas y alusiones a Dios y a la Biblia.
Por su parte, Lula eligió volver a sus bases, donde más fuerte se mantiene, y se mostró en una fábrica automotora en Sao Bernardo do Campo, en la región metropolitana de San Pablo, donde se forjó como líder sindical en los años 70′. Esos sectores son los que más apoyan a Lula y le dan la diferencia por sobre Bolsonaro.
Bandera de largada para el actual presidente de Brasil
Con una chaqueta negra abrochada hasta el cuello, Bolsonaro reiteró su promesa de luchar contra la inflación de dos dígitos, el aborto, las drogas y defender la “propiedad privada”, agitando la amenaza “comunista” en Brasil si pierde los comicios en octubre.
“Ella es la persona más importante aquí”, dijo el mandatario sobre su esposa, Michelle Bolsonaro, una ferviente evangélica que cobró protagonismo en la precampaña. Juntos han definido la campaña como una batalla entre el “bien y el mal”, señalando que la vuelta de Lula al poder podría significar la instalación del “comunismo” en Brasil.
Además, los últimos meses estuvieron marcados por los constantes cuestionamientos de Bolsonaro a la fiabilidad del sistema de voto electrónico en Brasil. Sus críticas han despertado temores de que no reconozca una eventual derrota.
Lula quiere aferrarse a la diferencia a su favor
El expresidente de 76 años decidió presentarse en un lugar donde se siente cómodo: San Pablo. “Lula busca volver a Sao Bernardo do Campo porque favorece su narrativa de representante de los trabajadores”, dijo a la AFP Adriano Laureno, analista político de la consultora Prospectiva.
Lula, que recuperó sus derechos políticos en 2021 tras la anulación de sus condenas en la megacausa anticorrupción “Lava Jato”, sigue liderando los sondeos, aunque el ultraderechista parece recortar distancias.
La consultora IPEC indicó el lunes que Lula reúne 44% de las intenciones de voto en la primera vuelta del 2 de octubre, frente a un 32% de Bolsonaro, según su última encuesta. El Instituto Datafolha colocó el mes pasado a Lula con 47% y a Bolsonaro con 29%.
Lula promete restaurar los logros sociales para las clases más vulnerables que caracterizaron su gobierno, a la vez que ataca duramente a Bolsonaro por las 680.000 muertes en Brasil durante la pandemia.
Más de 156 millones de brasileños están habilitados para votar el 2 de octubre, primera vuelta de unas elecciones en las que también se disputan cargos de diputados, senadores y gobernadores de los 26 estados del país. | tn.