Plazo fijo tradicional versus plazo fijo UVA: cuál pagará más en los próximos meses, según expertos

Los plazos fijos se encuentran en la mirada de los ahorristas por la inercia al alza de la inflación. Mes a mes: cuál ganará hasta junio, según economistas



Los pronósticos de inflación más alta generan preocupación entre los ahorristas, debido a que puede cambiar la ecuación respecto a cuál pasa a ser el plazo fijo más conveniente, entre las opciones tradicional y UVA. Es que según el tipo de proyección sobre los precios de la economía que se analice, que puede ser optimista, moderada o pesimista, variará saber si un tipo de colocación es mejor, o no, respecto a la otra variante.

La última medición oficial del Indec de inflación determinó que en enero fue de 6% y para febrero pasado las estimaciones ubican al índice de precios al consumidor (IPC) en torno al 6,1% Bajo este panorama, se aguarda que en marzo sea superior este nivel.

De esta forma, esta referencia se aproxima cada vez más a la rentabilidad que brinda un plazo fijo tradicional, que es de 6,2% mensual, o 75% de tasa nominal anual (TNA).

En cambio, hasta este momento, el plazo fijo UVA, que es el que paga una renta similar a la inflación registrada a partir de los 45 días previos y 45 días posteriores al depósito efectuado, ha quedado más abajo en la ganancia ofrecida por el interés de la otra opción, ya que la suba de los precios de la economía fue menor ya que se ubicó en torno al 5% en los últimos meses.

Al mismo tiempo, el plazo fijo UVA tiene como condición el encaje del dinero invertido durante un período mínimo de 90 días.


Plazo fijo condicionado por la inflación


Hasta ahora el plazo fijo tradicional ha sido la opción ganadora, pero la inercia al alza de la inflación está volviendo de forma atractiva la versión UVA. Por lo que algunos analistas consideran que existe una posibilidad para que se «revierta» esta ventaja y que el instrumento a tasa de interés preestablecida deje de ser el más rentable.

«Durante el mes pasado, la suba de los precios internos finalmente superó las expectativas con las que se contaba en los dos meses atrás. Sin lugar a dudas, la suba en las cotizaciones de los productos cárnicos, que era algo no tan esperable en diciembre pasado, pero más tangible en la segunda mitad del último enero, impulsó el alza del IPC Nacional por encima de las estimaciones preliminares», advierte a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.

Es decir, al tomar como referencia el detalle del IPC de Buenos Aires, en febrero pasado se registró un ascenso del 27% en los precios promedios de seis cortes vacunos relevados.

«Éste y otros factores introdujeron correcciones alcistas en las expectativas de inflación de febrero y los meses siguientes. Por eso, se destaca que estas modificaciones impactan sobre los rendimientos esperados en los plazos fijos UVA. Incluso, pueden hacerlo también sobre el nivel de la tasa de interés de política monetaria que fija el Banco Central», completa Méndez

Al comparar a las distintas proyecciones (optimista, moderada y pesimista), que varían según un recrudecimiento o mejora en la situación económicas, se observa cómo pueden diferir los datos cada mes, con el consecuente impacto, o no, en los ahorros colocados en un plazo fijo tradicional o en uno UVA.

En el caso de la evolución del IPC nacional esperada para marzo, hasta los optimistas anticipan una suba de precios mínima del 6% mensual, porcentual que se eleva a casi el 7% para la franja de los pesimistas. Algo que implica que el 6,2% mensual de un plazo fijo tradicional tiene posibilidades tanto de ser ganador o perdedor según cómo sea realmente dicha evolución.

«Y esto quiere decir que la UVA que se aplicará entre mediados de abril y similar lapso de mayo próximo debería de estar comprendida en el rango señalado, con 50% de chances de ubicarse por encima del 6,30%«, indica Méndez.



Plazo fijo UVA versus tradicional para los próximos meses


En tanto, si bien se advierte que a partir de abril comienzan a declinar las expectativas de subas mensuales de precios, puede trazarse un panorama de los rendimientos del plazo fijo UVA en el próximo trimestre y su relación actual con la tasa de rendimiento mínimo de los plazos fijos minoristas a tasa fija.

De acuerdo a lo observado en cuadro, «en abril, el plazo fijo tradicional, de mantenerse la actual tasa de rendimientos mínimos, perdería con el UVA aún en aquellos casos en los que se contemplan niveles de crecimientos de la UVA más benévolos. Incluso, las estimaciones más pesimistas esperan hasta 6,8% de incremento de precios en mayo», detalla Méndez a iProfesional.

Por otro lado, si se avanza en el trimestre, en mayo y junio el plazo fijo tradicional se reposicionaría ya que superaría a los pronósticos «moderados» de los economistas, aunque no a los más pesimistas.

«Esto quiere decir que de acuerdo a las estimaciones inflacionarias realizadas a fines de febrero, más del 50% de estimaciones de los analistas sobre evolución del IPC le están dando chances a las colocaciones tradicionales en los dos últimos meses del segundo trimestre del año», resume Méndez.

En cuanto al plazo fijo tradicional, las dudas que se plantean es si una inercia inflacionaria al alza forzarán al Banco Central a subir la tasa de interés de los depósitos a 30 días. O, por el contrario, si la entidad monetaria apostará a que ocurran las estimaciones de más del 50% de los economistas encuestados en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM).

Es decir, se especula que el BCRA esperará a la difusión del IPC mensual de abril del Indec, para confirmar la validez de los rendimientos vigentes del plazo fijo tradicional.

A ello se les suman los deslizamientos que llevaron a los expertos a corregir al alza sus proyecciones del REM anterior, algo que indica una tendencia creciente de los precios.

«En este caso correspondería preguntarse si, tal como lo advierten los economistas pesimistas del REM, la suerte del plazo fijo tradicional está jugada y en el próximo trimestre perderá mes a mes con el ajustable UVA, algo que no debería escapar a las decisiones del Banco Central. No tanto por el resultado de la comparación entre plazos fijos, sino por los efectos que representa sobre el consumo una tasa de interés negativa en términos reales», finaliza Méndez a iProfesional.-

(IPROFESIONAL)



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