Deuda: Economía busca testear el ánimo del mercado en su primera licitación de noviembre

Según dio a conocer Finanzas, este lunes se licitarán cuatro títulos en pesos, algunos de ellos a tasa fija, otros ajustados a la evolución de dólar. Habrá un tercer título con precio a definir, pagadero en el 2027, como parte de su programa de financiamiento.

El Ministerio de Economía busca testear el ánimo del mercado con bonos atados a tasa fija y al dólar. Será una licitación «chica» de deuda en pesos en un momento en que se reflejan ya señales de agotamiento a la deuda pública en moneda nacional.

Según dio a conocer Finanzas, se licitará el lunes cuatro títulos en pesos, algunos de ellos a tasa fija, otros ajustados a la evolución de dólar, y un tercero con precio a definir, y pagadero en el 2027, como parte de su programa de financiamiento. Las ofertas podrán ingresar a partir de las 10 y hasta las 15 del lunes para la adjudicación de los siguientes títulos:

El instrumento que puede ser suscripto sólo por Fondos Comunes de Inversión es una Letra de Liquidez a descuento con vencimiento el 30 de noviembre.

El bono que integra el Programa de Creadores de Mercado es una Letra del Tesoro a descuento con vencimiento el 28 de febrero del 2023.

Después se ofrecen dos títulos que no forman parte del Programa de Creadores de Mercado, un de ellos es un bono vinculado a la evolución del dólar pagadero el 31 de julio de año próximo, y el segundo es precio a definir con cierre el 23 de mayo del 2027.

El mercado, en rigor, está demandando instrumentos a 2023 y está renuente a pasar la barrera de 2024. Sigue habiendo desconfianza en relación a que un cambio de signo político derive en una nueva reestructuración. Los instrumentos que se ofrecieron en el canje de agosto fueron los bonos duales, que cubren a los tenedores tanto por una devaluación como contra la inflación. Si bien la tasa que pagaron era baja, se permitió a los bancos usarlos para encajes ante el Banco Central, lo que generó una buena recepción.

Por otra parte, el Gobierno tendría una parte del problema resuelto antes de comenzar la operación. Se estima que un 60% de las letras y bonos en pesos que expiran hasta fin de año están en manos de organismos y agencias del propio sector público, lo cual garantiza la aceptación que formule el Palacio de Hacienda.

Debido al canje que hubo en agosto, que postergó vencimientos hasta octubre, el mes pasado el nivel de compromisos que tenía que atender el Tesoro era bajo y estaba en su mayoría en manos privadas. Pero aún así no pudo lograr una gran colocación. La tasa de refinanciación según estimaciones privadas, fue del 104%, el nivel más bajo del año.

Por otro lado, el nivel de tasas de interés que está teniendo que pagar el Ministerio de Economía para conseguir financiamiento es cada vez más alto. El problema es el siguiente: hay una fuerte acumulación de vencimientos con deuda indexada, tanto por inflación (CER) como por bonos duales o atados al dólar. Se estima que entre julio y septiembre de 2023 el nivel de compromisos alcanza al 3,5% del PBI. Si hubiera algún evento disruptivo en el marco del año electoral, podría impactar severamente en las cuentas públicas.

De ahí que la estrategia de la Secretaría de Finanzas es tratar de mudar hacia letras de tasa fija, las Ledes. En ese caso, una letra de ese tipo con vencimiento a febrero pasó de pagar en la primera semana del mes pasado 114% efectivo anual a 117% en la segunda licitación. Desde la última colocación realizada por el exministro Martín Guzmán el costo subió 45 puntos y desde la última de Silvina Batakis, 26 puntos. Como el nivel de financiamiento neto que logró en octubre el Palacio de Hacienda fue bajo, con un déficit fiscal estimado de unos $180.000 millones, no quedó otra que comenzar a usar el colchón de pesos que vino acumulando hasta acá el Tesoro. Equilibra estima que en el Banco Central hay depositados $880.000 millones.

FUENTE: AMBITO

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