Vaca Muerta: ¿quién se queda con la riqueza y quién paga los costos?
En el último episodio de La Conversación, tres voces con posiciones contrastantes se enfrentan para discutir uno de los temas más candentes de la agenda energética nacional: el presente y el futuro de Vaca Muerta
“Los mapas del extractivismo coinciden con los mapas de la pobreza”, advirtió Enrique Viale durante el último episodio de La Conversación, el nuevo ciclo audiovisual de Infobae. Su frase sintetiza la preocupación de quienes ven a Vaca Muerta no como una fuente de riqueza, sino como un factor de desigualdad y desplazamiento para comunidades como la mapuche y las economías regionales del Alto Valle. El debate sobre el yacimiento neuquino, que divide a especialistas y atraviesa la agenda energética nacional, se centra en una pregunta de fondo: ¿quiénes se benefician realmente de la explotación de este recurso y quiénes asumen los costos sociales y ambientales?
En este contexto, el episodio de La Conversación, publicado en el canal de Youtube de Infobae, reunió a Juan José Aranguren, ex ministro de Energía y ex CEO de Shell, al periodista Fernando Krakowiak y al abogado ambientalista Enrique Viale. Moderados por Gonzalo Sánchez, los tres expusieron posturas opuestas sobre el presente y el futuro de Vaca Muerta, un tema que condensa los dilemas estructurales de la política y la economía argentinas.
Vaca Muerta: ¿presente consolidado o promesa incumplida?
Juan José Aranguren, Fernando Krakowiak y Enrique Viale en La Conversación con Gonzalo Sánchez
Aranguren defendió el papel central de Vaca Muerta en la economía nacional. Según sus datos, el 60% del petróleo y el 63% del gas de Argentina provienen de este yacimiento, lo que permite evitar un déficit fiscal anual de 20.000 millones de dólares. El ex ministro subrayó que la explotación no convencional ha revertido el declive de los yacimientos tradicionales, cuya producción disminuye un 5% cada año, mientras que la extracción de shale crece un 20% anual. “Sin ese crecimiento, la necesidad de importar energía sería mucho mayor”, explicó Aranguren.
Desde una mirada crítica, Enrique Viale cuestionó los resultados del proyecto. “Vaca Muerta lleva más de diez años y nada de lo prometido se cumplió. Muchas de las divisas generadas ni siquiera ingresan al país”, advirtió. Por su parte, Krakowiak aportó datos que reafirman el peso de Vaca Muerta: la producción diaria de crudo en Argentina ronda los 770.000 barriles, de los cuales 450.000 se extraen del yacimiento en la cuenca neuquina. De acuerdo con Krakowiak, “las importaciones energéticas cayeron un 20% en el primer semestre y las exportaciones aumentaron un 10%”. Estos números reflejan el impacto en la balanza comercial.
La fractura hidráulica y el impacto ambiental
Tras cuestionar el uso del fracking como técnica de extracción, se planteó la alternativa de apostar por energías renovables
La técnica utilizada para explotar Vaca Muerta fue uno de los focos más álgidos del debate. Viale denunció la fractura hidráulica, o fracking, señalando que está prohibida en varios países y la calificó como “una tecnología contaminante, intensiva en agua y generadora de sismos”. Viale insistió en que el modelo extractivista “nos empobrece y reproduce desigualdad”, y propuso que la inversión se oriente hacia energías renovables y una transición energética que incluya a trabajadores y comunidades.
Krakowiak agregó que los beneficios locales no se traducen en mejoras palpables: “En Neuquén no se observa un desarrollo proporcional al crecimiento de la producción. En Añelo, epicentro de la actividad, recién ahora están terminando las redes de gas natural”, destacó. La extracción avanza, pero las condiciones de vida en los territorios afectados no mejoran en la misma medida.
Modelo de desarrollo: extractivismo vs. transición energética
Los especialistas evaluaron la forma de hacer una transición energética efectiva
La discusión abordó también la transición energética. Según Viale, Argentina necesita planificar su salida del modelo fósil y volcar la inversión hacia energías renovables, privilegiando una transición justa que incluya a trabajadores y comunidades. Aranguren, en cambio, sostuvo que la transición debe contemplar variables económicas junto con el factor ambiental. Señaló que aún persisten ventajas en explotar recursos fósiles antes de que la demanda global disminuya: “Porque cuando el mundo ya no demande más gas natural, vamos a dejar enterrada riqueza en nuestro subsuelo. Y la riqueza la necesitamos hoy para combatir la pobreza en la Argentina”, argumentó.
La conversación expuso la dificultad de equilibrar urgencias económicas y sociales con los impactos ambientales derivados de la explotación hidrocarburífera. Mientras un sector defiende a Vaca Muerta como necesidad estratégica, otros advierten sobre riesgos e insostenibilidad.
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