León XIV inició su papado con un llamado global a la unidad, la fe y el rechazo del odio en el mundo
Ante miles de fieles y más de 150 delegaciones internacionales, León XIV encabezó su primera misa como Papa con un fuerte mensaje de fraternidad, justicia y rechazo a la violencia. Sandra Pettovello representó a la Argentina en la ceremonia.
Con la Plaza de San Pedro repleta y más de 150 delegaciones oficiales en primera fila, León XIV dio inicio formal a su pontificado con un mensaje potente, de esos que dejan claro un rumbo: «amor y unidad», resumió el flamante pontífice, elegido el pasado 8 de mayo. En una homilía cargada de referencias al dolor por la muerte de Francisco y de apelaciones a la construcción de una Iglesia sin jerarquías autoritarias, el exobispo de Chiclayo se mostró como un Papa que quiere caminar junto a los fieles y no por encima de ellos.
«Pedro debe apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás», advirtió en su primera gran misa, dejando bien clara su visión sobre cómo entiende el rol papal. A su lado, la presencia de líderes mundiales de todas las religiones y credos sirvió de escenografía para una homilía que no esquivó la política ni el análisis del mundo moderno: «Vemos demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente», reflexionó ante los aplausos de los asistentes.
Entre los representantes argentinos, estuvieron Gerardo Werthein, canciller del gobierno de Javier Milei, y Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano. El presidente argentino decidió no viajar al Vaticano para esta ceremonia. Pettovello fue vista en la explanada durante el discurso inaugural del Papa, aunque no brindó declaraciones públicas ni formó parte de las fotos protocolares.

El acto litúrgico incluyó el momento en el que los cardenales le impusieron las insignias episcopales petrinas. Primero el palio, símbolo de la comunión con la Iglesia universal; luego el Anillo del Pescador, el sello de su función pastoral, con oraciones invocando a Cristo como “Pastor y Obispo de nuestras almas”. Una puesta en escena ceremonial que reflejó, en forma y contenido, el tono pastoral que León XIV quiere imprimirle a su papado.
En otro pasaje clave de su mensaje, el pontífice —que también posee nacionalidad peruana por su larga misión en ese país— destacó que su elección no se dio por méritos personales: “Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría”. Esa línea fue celebrada en la plaza, donde muchos lo interpretaron como una toma de distancia del clericalismo tradicional.

Más tarde, León XIV se encontró con la presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien se convirtió en la primera mandataria recibida en audiencia por el nuevo líder del Vaticano. No fue un gesto menor: su vínculo con ese país marcó gran parte de su trayectoria como sacerdote y obispo, y en ese territorio forjó buena parte de sus ideas pastorales, ligadas al trabajo con los más pobres y al cuidado de la Tierra. “Queremos decirle al mundo, con humildad y alegría: ¡miren a Cristo! ¡Acérquense a Él! ¡Acojan su Palabra que ilumina y consuela!”, dijo durante la homilía, con tono firme y pausado.

En la agenda inmediata del nuevo Papa hay varios encuentros y ceremonias. Este martes, visitará la tumba de San Pablo. El miércoles 21 presidirá su primera audiencia general. El sábado se reunirá con los empleados del Vaticano y la curia romana. El domingo 25 tendrá lugar una de las ceremonias más esperadas: la toma de posesión de la cátedra de San Juan de Letrán, la sede episcopal del obispo de Roma. Por la noche, también acudirá a Santa María la Mayor a venerar el ícono de la virgen.
Además, la Santa Sede confirmó que este domingo León XIV recibirá al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien viajó especialmente para participar de la misa inaugural. Será uno de los primeros encuentros diplomáticos de alto perfil del nuevo pontífice, en un contexto de guerra y tensión global donde su mensaje de unidad empieza a cobrar dimensión política concreta.
FUENTE: DATACLAVE