Según ATE, una empresa privada estadounidense operará un sector de Fábrica Militar Río Tercero

El gremio señala que tras mutar a Sociedad Anónima, ingresarían a la planta estatal capitales privados en el sector metalmecánico. Asegura que son datos que recibieron desde la conducción de la empresa. Restarían, de todos modos, muchas precisiones.

Según el gremio ATE, desde la conducción de la empresa estatal Fabricaciones Militares les confiaron el anticipo de que empresas privadas, presuntamente del exterior, tomarían el control de un sector de producción de la Fábrica Militar Río Tercero: el metalmecánico.

No se trataría, en ese caso, de una privatización. Las leyes vigentes no permiten esa instancia. La chance de la que se habla es la de incorporar capitales privados a la operación de un sector.

Ese cambio se concretaría a fines de septiembre, junto con la transformación de Fabricaciones Militares en Sociedad Anónima S.A., según señaló a La Voz David Salto, secretario de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), de Río Tercero y región.

Ya está decidido en el Gobierno nacional que la empresa estatal deje la figura de Sociedad del Estado (SE) y mute a Sociedad Anónima (SA), con el Estado como accionista central. Ahí es cuando incursionarían eventuales inversores privados, según el dato que recibió el gremio.

Desde la conducción de la empresa con sede central en Buenos Aires no se respondieron hasta ahora las consultas planteadas por este medio sobre ese punto.

Salto señaló que la incorporación de empresas, que serían de Estados Unidos, también se podrían concretar en algunas otras plantas. Hay fábricas militares en Villa María (Córdoba), Jáchal (San Juan), Fray Luis Beltrán (Santa Fe) y Azul (Buenos Aires).

Si bien ATE no maneja en concreto la producción a la que se volcarían la privada, se anima a inferir que se trataría del rubro de las municiones de guerra.

En Río Tercero se produjeron durante décadas las envueltas (carcazas) de los proyectiles de cañones de combate. También se hacía en esa planta la carga de esas municiones con pólvoras y trotyl. En principio, los datos que maneja el gremio es que se podría producir la parte metalúrgica pero no ya el resto del proceso.

Fue precisamente la Planta de Carga de Explosivos la que en noviembre de 1995 explotó, en una trágica jornada para la ciudad. La Justicia determinó que fue por un hecho intencional y provocado para ocultar maniobras de exportaciones ilegales de armamento entre 1991 y 1995.

ATE confió que desde la sede central les manifestaron que, en este cuadro, se mantendrá el sector químico de Fábrica Militar bajo la órbita estatal.

El área química es la unidad más rentable y estable de la industria en Río Tercero. La metalmecánica registra desde hace muchos años menores niveles de producción y empleo.

LA VOZ.-

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