Detuvieron a una periodista que protestó en cámara contra la ofensiva en Ucrania
«Se abrió una investigación contra Marina Ovsiannikova por difusión de información falsa sobre el Ejército ruso», dijo su abogado Dmitri Zajvatov.
Una periodista rusa que se hizo conocida por haber interrumpido el noticiero de un canal estatal de su país con un cartel contra la ofensiva rusa en Ucrania fue detenida por haber «desacreditado» al Ejército, aseguró su abogado.
«Estamos en este momento con los investigadores. Se abrió una investigación» contra Marina Ovsiannikova por «difusión de información falsa» sobre el Ejército ruso, dijo el abogado Dmitri Zajvatov a la agencia de noticias AFP. «Fue detenida», afirmó.
«La mujer irrumpió en un estudio de televisión durante la emisión de un noticiero con una pancarta que criticaba la operación militar de Rusia
El abogado dijo que los investigadores deben decidir ahora si Ovsiannikova, quien tiene dos niños, será puesta en prisión preventiva o quedará en libertad a la espera de un juicio.
La periodista ya había sido condenada a pagar multas en dos ocasiones este año, en menos de seis meses.
Lo que abre la puerta ahora a que la Justicia le abra una causa con consecuencias más graves por «desacreditar» al Ejército ruso.
El 13 de julio pasado, Ovsiannikova dijo a colegas periodistas que la operación en Ucrania es un «crimen».
Una afirmación por la que cuatro días después fue detenida brevemente en la región de Moscú.
Meses antes, la mujer de 43 años irrumpió en un estudio de televisión durante la emisión del noticiero más visto de Rusia, el de la cadena Pervy Kanal, en la que trabajaba como productora, con una pancarta que criticaba la operación militar de Rusia en Ucrania y denunciaba la «propaganda» de los medios controlados por el poder.
«El Canal 1, en el que se desempeñaba como editora, comenzó una investigación interna por el hecho y la despidió
A pesar de que las imágenes de esa protesta dieron la vuelta al mundo, Ovsiannikova no recibió el apoyo unánime de la oposición rusa por su gesto, ya que muchos le reprochan los años trabajados en la televisora cercana al Kremlin.
En ese momento, también fue detenida y puesta en libertad casi de inmediato tras pagar una multa de 30.000 rublos (480 dólares).
El Canal 1, en el que se desempeñaba como editora, comenzó una investigación interna por el hecho y la despidió.
Después de eso, la mujer abandonó el país y trabajó tres meses en el diario alemán Die Welt.
Pero tras la terminación del contrato regresó a Rusia.
