Abuso de poder y extorsión sexual: los casos similares de Pablo López y Gerardo Milman
A un concejal salteño y a un diputado nacional bonaerense los une un mismo patrón: el abuso de poder ejercido sobre mujeres y la coerción económica para lograr favores sexuales de otro modo inalcanzables para ellos. López fue denunciado esta semana por quedarse con el sueldo de sus asesoras a quienes devolvía a cuentagotas a cambio de felatios. Milman quedó expuesto por una de sus innumerables asesoras con las que habría mantenido vínculos sexo-afectivos pagados con erarios públicos. Dos historias de control y sumisión.
Pablo Emanuel López es un salteño de 26 años del que nadie hablaría si no hubiese sido porque es un abusador. El joven, que encontró en la militancia libertaria un lugar de pertenencia como tantos otros a lo largo y ancho del país, se hizo fuerte en el espacio y fue un referente para muchos otros que, posiblemente como él, solían salir movidos en las fotos -esa forma de habitar la vida un tanto desplazada del foco de atención que suelen padecer los que no tienen algún beneficio del estándar, como belleza, carisma o incluso dinero-.

En un espacio político nuevo, López fue hábil para por primera vez en su vida, tener la luz enfocando directo a él. Venía de las huestes del PRO, a donde había llegado cuando todavía estaba en el secundario y desde donde accedió a una primera banca en el Concejo Deliberante de Salta, cuando integró la misma lista de su compañera de bancada la hoy diputada libertaria Emilia Orozco. Desde entonces se conocen Emilia y él y fue precisamente ella quien lo invitó a pegar el salto, cuando ella lo hizo, a las huestes libertarias.
No podríamos decir que fue haragán este hijo de docentes y maestro de lengua y literatura él mismo. Presentó varios proyectos y concretó algunos. Pero los primeros ruidos surgieron en paralelo y nadie, en una sociedad pequeña y separada a hachazos entre clases sociales, puede decir que nunca supo. Cuando asumió como concejal llevó consigo a una miríada de asesores y secretarias como retribución a tareas militantes.
Así fue que contrató a Estela María Fernanda Méndez Valero, una mujer que tiene una edad aproximada a la de su madre, y con quien mantenía una relación sentimental desde 2019, cuando se conocieron militando a la fórmula Macri-Pichetto para la presidencia. El día de las elecciones se dieron su primer beso, cuenta Estela, y desde entonces ella fue una suerte de asistente silenciosa y sin sueldo en pos del crecimiento político de él. Fue entonces que surgieron los primeros maltratos, y pasado el tiempo a la violencia verbal le sucedió la económica y la física; especialmente cuando en 2021 y con él ya en una banca, ella accedió a un cargo de asesoría en el bloque, donde muchos fueron testigos de como él le arrojaba objetos por la cabeza.
En esos meses fue cuando empezó a pedirle parte de su sueldo, pues según él ella “ganaba un sueldazo” gracias a él. Estela empezó a transferirle la mitad de sus ingresos y él insistía en llamarla “delincuente” y “aprovechadora”. Empezaron las golpizas, incluso en presencia de testigos y en la calle. Todo lo que ella hiciera, era poco para pagarle la deuda que él creía le correspondía reclamar, interminable. Así fue como empezó a exigirle “pagos” sexuales: participar en fiestas swinger y dejar que otros -mientras él miraba- estuvieran con ella. Estela cortó el vínculo, y lo bloqueó de redes sociales y como contacto en su teléfono.

Siempre según el testimonio de Estela, que consta en la denuncia que presentó en el Ministerio Público Fiscal, López la llamó desde otro teléfono, para amenazarla. El número de ese aparato, y siempre según el relato de la mujer, pertenece a Matías Corradi, conocido en Salta y en el PRO-LLA como “Tute”, y que sería el secretario de la hoy diputada Emilia Orozco. Corradi, su novia Guadalupe Humano y Orozco habrían sido testigos de los maltratos y extorsiones, al punto que ante el riesgo de que Estela Méndez hablara públicamente de la violencia ejercida contra ella, que llegó incluso a que López le retuviera el sueldo de escasos 500mil pesos para ir devolviéndoselo en cuotas de 10mil a cambio de sexo oral, Emilia Orozco habría sugerido “hay que tenerla cortita porque es una loca”, según palabras de Matías Corradi que citan en la denuncia. Corradi, además, habló de esta situación con Estela por Whatsapp.

La relación, por fin, concluyó definitivamente en mayo de 2025, aunque el hostigamiento continuó: él la cruzó en la calle y entre insultos le dijo que él tenía poder, que le arruinaría la vida y la carrera, y que hablaría con Emilia Orozco para resolver eso. No conforme con eso, volvió a insistir por whatsapp, en el que además dice que quizá esto le sirva como promoción para ser diputado nacional.
Este caso revela cómo en regiones con estructuras sociales cerradas y marcadas desigualdades económicas se favorecen este tipo de abusos, casi como parte de una cultura incuestionable. En el entorno político y laboral de Méndez Valero nadie o pocos podían ignorar lo sucedido, sin embargo, de nuevo en campaña para la renovación de su banca en el Concejo Deliberante, López contó con ayuda de los principales referentes de LLA del país: hasta allá fueron Karina Milei y Martín Menem para los actos y fotos de rigor, en los que se los ve sonrientes y abrazados al joven que ya venía con años de rumores de abusos sobre su espalda. El inefable “Gordo Dan”, incluso, filmó un video para redes sociales donde lo promociona como al mejor de todos en Salta.
Cuando la denuncia estalló en los medios nacionales, desde donde se coló gracias a que un audio filtrado por el periodista Daniel Murillo en FM Infinito 96.5 de Salta y desató un escándalo que traspasó las fronteras provinciales; muchos salieron a desmancarse: el primero fue Daniel Parisini, el famoso “Gordo”, quien últimamente tiene como ejercicio recular de sus bravatas o promociones.
La renuncia de López y su expulsión de LLA fueron respuestas tardías, forzadas por la presión pública, no por una acción ética del partido. La Justicia otorgó un botón antipánico a Méndez Valero y ordenó el secuestro de los dispositivos electrónicos de López para investigar posibles delitos como lesiones agravadas, amenazas, coacción, exacciones ilegales y delitos contra la integridad sexual, según el artículo 32 del Código Penal.
Gerardo Milman, la sombra que pretendió poder
A miles de kilómetros de Salta, en el corazón porteño, otro hombre podría identificarse plenamente con el poco agraciado López; otro personaje que también parece haber salido movido en la foto de los líderes, los poderosos, los millonarios o los codiciados como hubiese querido ser. Sus limitaciones personales lo llevaron siempre a ser la sombra de otros, y desde allí y tardíamente, cuando tuvo una mínima cuota de poder, apeló a los mismos recursos -quizá de modo más elegante, pero iguales- que el salteño de 26 años, pero pasados los cincuenta.

Gerardo Milman, el hombre blanco y regordete con mirada de perdiz que saltó a primera plana -luego de años de apenas menciones en pie de página- luego del intento de magnicidio, cuando un testigo lo escuchó decir: “Cuando la maten voy a estar rumbo a la costa”. Por entonces nadie reparó en que en el relato de quien lo señalaba como parte del plan macabro a Milman lo acompañaban dos mujeres, que luego se supo eran parte de una miríada de señoritas que trabajaban como asesoras del diputado.
Carolina Gómez Mónaco era una de ellas, la más alta y vistosa que en los videos que luego se sumaron a la causa y constataron los dichos del testigo, se la ve con un llamativo tapado amarillo; una ex Miss Universo 2012 que previo a ser asesora en la Cámara fue directora de la Escuela de Inteligencia sobre el Delito durante la gestión de Milman en el Ministerio de Seguridad. La otra era Ivana Bohdziewicz, que llegó como secretaria de despacho en la diputación con el único antecedente de haber laborado con un dentista. Ivana fue quien, cuando en diciembre de 2022 fue despedida, se presentó en la justicia para contar que a pedido de Milman, Gómez Mónaco la había citado en la Fundación de Patricia Bullrich, el por entonces Instituto de Estudios Estratégicos en Seguridad, para que un perito borrase todo el contenido de su teléfono celular.
A Carolina e Ivana se sumaban 32 asesores más que, de haber concurrido todos a cumplir con alguna labor, no hubieran entrado en la oficina. Pero casi ninguno iba a trabajar: en la nómina que encabezaba la ex diputada Laura Alonso con el sueldo más alto, seguía el personal trainner del diputado que, además, también era asesor en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires de la esposa de Milman, Florencia Retamoso; Estela Palavecino, la señora que hacía la limpieza en la casa particular del diputado, dos choferes y alrededor de 26 señoritas sin ningún tipo de antecedente en labores parlamentarias, como Rocío Firenza, más conocida como “Pequeña Pony” en sus perfiles de aplicaciones de contenido erótico; Daniela Gómez Mónaco, la hermana de Carolina y quien también había tenido un cargo como tesorera en el Ministerio de Seguridad, llegó a la Cámara con ese antecedente y previamente, como modelo; Bárbara Battle Casas, una modelo santafecina con la que tuvo un intercambio fluído de mensajes por Instagram, hasta convencerla de que se instale en Buenos Aires; Daiana Ucedo, también modelo; y así podríamos hacer una larga lista de mujeres jóvenes y bonitas hasta llegar a Erika Denisse Menéndez, una hermosa mujer que supo pasar por las filas de la policía metropolitana hasta que se cruzó con Gerardo Milman quien la convenció de unirse a su staff como asesora.

Cuando estalló el escándalo mediático y se difundió la lista de asesores de Gerardo Milman, apareció también la también numerosa nómina de colaboradores de su entonces esposa, Florencia Retamoso, en la Cámara Provincial. Algunas fuentes, cuando Data Clave hizo esa investigación, sostenían que el matrimonio de funcionarios no solo ponía a empleados personales para que su sueldo lo pague el Estado, sino que a la mayoría le requería un “retorno”, un porcentaje de devolución en materia de favores. En el caso de Gerardo Milman esa devolución de gentileza era a través de un intercambio sexual; por lo que sus vicios privados se pagaron durante mucho tiempo con recursos del Estado, algo que de manera más guaranga en las formas, pero con idéntico fin, ejecutó López en Salta.

Sin embargo, Milman nunca rindió cuentas de esto. En diciembre de 2022 se terminaron los contratos de la mayoría, no se renovaron, y asunto terminado al menos hasta la semana pasada, cuando el tema volvió a reflotarse como consecuencia de que -por fin- su teléfono fue peritado por la Justicia. Vale aclarar que no es la línea ni el aparato que Milman tuvo en la previa y durante el atentado a la ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con el que se pretendía verificar si efectivamente había tenido intercambios que mostrasen algún tipo de conocimiento de que podría perpetrarse el intento de asesinato; el aparato que tenía en esa fecha dijo primero que le había sido robado y luego que lo había extraviado en una mudanza, por lo que presentó uno posterior que esta semana, finalmente, se peritó. En la búsqueda, entonces, apareció un mensaje que si bien no habla del intento de magnicidio, compromete a Milman tangencialmente, al menos con el tema de la contratación de asesoras. La ex policía de la ciudad, Erika Menéndez, escribió un mensaje el 20 de enero de 2023 que dice: “Estoy SIN LABURO SIN UN MANGO SIN AYUDA DE NADIE POR TU CULPA JERRY! Sabes que va a terminar pasando, que salgamos TODAS en la tele para decir la verdad de cada una porque NADIE NOS AYUDS, NO TENEMOS NADS QUE PERDER YA” (sic)

¿Qué verdad tiene para decir Érica públicamente, y que otras también podrían contar? ¿Qué es lo que ya no tienen para perder? Sería prudente que estas mujeres, que nunca fueron citadas a declarar y mucho menos a presentar sus teléfonos para peritajes, sean convocadas por el fiscal Carlos Rívolo.
El mensaje de Érica también decía: “Parece una tomada de pelo todo esto. Nosotras pariéndola acá, cagadas de calor, por TU CULPA, y vos de vacaciones en Pinamar. Rocío también está recaliente porque perdió el laburo y quiere salir en la tele para decir todo, y así estamos todos porque se abrieron de gambas! (…) Sabés bien que dejé la policía porque me prometiste algo y CONFIÉ, y ahora te cagaste en todo y desapareciste…”
La tal Rocío que menciona no puede ser otra que Firenza, conocida como “Tremenda Pony”, quien por el escándalo mediático tuvo que cerrar sus cuentas en redes sociales y sitios eróticos, con el consecuente perjuicio económico. Ese “todo” y esas “promesas” incumplidas son un enigma aún hoy, aunque puede intuírse de qué podría tratarse.
Lo evidente en este caso es la complicidad política con la que contó y cuenta aún hoy Gerardo Milman, que sigue ocupando su banca con cada vez mayor visibilidad, incluso cuando desde un palco y el día de inicio de sesiones, lo filmaba y saludaba otro involucrado en el atentado a CFK, el líder de Revolución Federal Leonardo Sosa, que había concurrido a ese sector privilegiado de la Cámara invitado por la diputada Lilia Lemoine.
Patricia Bullrich, exjefa de Milman en el Ministerio de Seguridad, lo marginó en 2022 tras denuncias de “desprolijidades” en contrataciones, pero nunca abordó públicamente las acusaciones de coerción sexual. Laura Alonso, exdiputada y asesora de Milman con un sueldo cuantioso sin actividad visible, también podría haber estado al tanto de estas prácticas. Su silencio y la falta de reacción institucional perpetúan un sistema donde el abuso se normaliza, con un “pacto de silencio” que protege al perpetrador.
En ambos escenarios, López y Milman son hombres sin carisma personal que compensan su falta de atractivo con el control que otorga su posición política. Utilizan el poder institucional para seducir o coercer a mujeres que dependen económicamente de ellos, revelando una continuidad en la dominación masculina que trasciende las diferencias sociales. En Salta, las comunidades pequeñas amplifican la presión social; en Buenos Aires, la opacidad administrativa protege el abuso, pero en ambos casos, el patriarcado opera como un mecanismo de poder que permite a estas figuras, de otro modo incapaces de seducir, ejercer su voluntad a través de la autoridad y la amenaza.
Fuente: DataClave.-